—¿Qué dijo ella? —preguntó Sebastián, y Lucas suspiró.
—No va a venir ahora mismo. Creo que es porque la fiesta empezó hace poco, y ella acaba de ganar el título de la belleza del campus —explicó Lucas, y Sebastián miró a la chica antes de murmurar.
—Entonces, ¿qué hacemos ahora? ¿Esperamos por ella? —preguntó Lucas para confirmar.
—Vamos a alimentarnos —dijo Sebastián, y Lucas tragó saliva.
¿Alimentarse? ¿Estaba su príncipe molesto con algo?
Los vampiros necesitan alimentarse de sangre de vez en cuando, y no debería sorprender a Lucas o a nadie que su príncipe quisiera comer algo nutritivo para su cuerpo. Hacía mucho tiempo que no se alimentaba.
El único problema era que, a diferencia de otros vampiros que se alimentan de sangre humana, a su príncipe más joven le gusta alimentarse de vampiros. Los corazones de los Vampiros que él considera no aptos para la sociedad.