Por cómo estaban las cosas, ella no vería a Nyx esta noche. Esta segadora no parecía ser engañosa y por la forma en que hablaba, parecía tener una idea sobre la situación entre él y ella. Bueno, si él no estaba aquí, entonces iría a buscarlo en otro lugar.
Tal vez todo orgullo debiera dejarse de lado y debería encontrar primero a Esong. Donde uno estaba, era probable que el otro también estuviera.
Escarlata echó un último vistazo al gran segador alado y decidió irse. De todas formas, esto era una pérdida de su tiempo.
—Supongo que me iré entonces.
El segador asintió, como dándole a Escarlata su aprobación por la sabia decisión que había tomado. —Cuídate y descansa un poco más. Estos asuntos, déjanoslos a nosotros.