Su risa se desvaneció y ella tomó una respiración profunda. —Mi respuesta a eso es que has perdido completamente la cabeza y tal vez la próxima vez___, quizás. Cuando regreses a salvo será lo primero que hagamos juntos.
Esong realmente esperaba que ella lo rechazara de inmediato. Su respuesta lo impresionó. No sería descartada de una aventura así todavía.
—Te sorprenderá lo liberador que es —le dijo él.
Luego, no dijo nada más para convencerla, pero extendió su meñique.
—Hagamos una promesa, o jurémoslo.
Divertida, ella lo miró. —¿Enganchar el meñique como niños, en serio?
Él asintió.
—Nunca dejas de sorprenderme, Esong Wu —le dijo ella.
Ella puso su meñique en el de él y engancharon el dedo como él quería, riendo tontamente justo antes de que ella bostezara.
