Tan pronto como se corrió la noticia de que Escarlata había aparecido finalmente en público otra vez, el edificio del gobernador y el castillo se llenaron de todo tipo de funcionarios y ciudadanos en diferentes capacidades que venían con diversas solicitudes.
Preciosa y Fey estaban abrumadas con todas las respuestas de "No, ella no está aquí." que tenían que dar.
Era como si todo el mundo hubiera retenido sus necesidades y esperado a que Escarlata hiciera una aparición. ¿Acaso esas personas no sabían que Esong y Emmett podían asistirlos?
Su oficina era como un centro de llamadas esa mañana con Preciosa y Fey sirviendo como las teleoperadoras que filtraban las llamadas necesarias, urgentes y tontas.
—Oficina del gobernador, ¿cómo puedo ayudarle hoy?
—Mi licencia de matrimonio fue negada hace una semana y necesito que el gobernador explique por qué.