—No tengo ninguna preferencia siempre y cuando el bebé esté sano y tenga fortaleza mental.
No es de extrañar, por supuesto, que quisiera un bebé con fortaleza mental, todo el mundo en este mundo lo quería.
Restregándose la cabeza contra los hombros de Mega Su, Escarlata actuaba como una niña mimada. No dejaba de cruzarse por su mente que probablemente daría a luz unos meses después que su madre, si todo iba bien con su embarazo.
Esta larga vida realmente hacía las cosas muy complicadas en este mundo, sus padres que ya eran abuelos seguían teniendo sus propios hijos.
¡Qué asombroso!
—Madre, ¿te saco a una cita esta noche? —De la nada, Escarlata le preguntó a su madre.
Esto sorprendió tanto a Esong como a Mega Su, y la miraron rápidamente.
—¡De verdad! —exclamó Mega Su y chilló felizmente.