Severo se quedó atrás para observar a Esong y ver a qué se dedicaba. Se había acercado a Litia acerca de las peculiaridades del humano, pero no resultó en nada. Una vez más, el humano había estimulado su interés y pretendía averiguar qué lo hacía diferente de los demás.
Sin saber que estaban siendo observados, Esong y sus hombres arrestaron a fugitivos que se escondían en la estación de observación y regresaron a sus mechas. No ocurrió nada fuera de lo común y Severo se encontró suspirando de decepción porque esperaba algo, por pequeño que fuera.
—No me rendiré —dijo, y parpadeando, se teletransportó al inframundo.
Dos horas más tarde, Escarlata despertó, se bañó y se preparó para llevar a Justin a su primer día del nuevo trimestre escolar. El pequeño estaba vestido con su uniforme escolar oficial de azul y blanco y llevaba una bolsa en la espalda.