Estaba muy ansioso, el Gobernador Lancaster, pensó ella. Realmente despedía desesperación, ya que estaba demasiado ansioso por hacer que la estrella gris despegara. Pero su desesperación no era necesariamente algo malo porque no sentía que él tuviera intenciones malvadas. Estaba desesperado, pero era debido a la condición de las personas que gobernaba.
La gente de la estrella gris en realidad tenía suerte de tener un gobernador como Lancaster que se preocupaba por sus vidas y no por llenar sus propios bolsillos.
—Quizás deberíamos discutir esto después de que salgamos de esta área y podamos mirarnos correctamente. Dame un minuto para conseguir un poco de miel, sin embargo.
Ella había venido con todas las herramientas que necesitaba lo que hizo que fuera simple y rápido conseguir unos pocos panales de miel antes de que se fueran.
