La noticia del viaje de Escarlata a la estrella gris se extendió rápidamente y llegó a los oídos de diferentes personas en distintos planetas estelares que tenían sus propios objetivos, ambiciones y razones para mantenerla bajo vigilancia.
Por ejemplo, en la capital, el ministro Godiver se enteró de la noticia por su espía en el departamento de comunicaciones de la Estrella Azul. Informó a su padre de inmediato.
La emperatriz escuchó la noticia de Markay, y se la pasó al emperador inmediatamente.
—La estrella gris, de nuevo... —dijo él pensativo.
—Debe haber algo allí, simplemente está eligiendo no compartir qué es —dijo la emperatriz.
Las palabras de la emperatriz proyectaron una sombra de duda en el rostro del emperador y éste frunció el ceño. —Si vamos a ser familia pronto, ¿por qué no nos permite participar en lo que sea esto? —preguntó.