Llegó al foro del inframundo, no a la red estelar. Los cristales de alta energía eran demasiado valiosos como para dejarlos pasar.
En el foro del inframundo, podían chatear cara a cara como si fuera una videollamada.
—Ramslin —dijo su nombre.
—Hound —respondió él.
Permaneció en silencio durante dos segundos y luego se encogió de hombros; cómo él eligiera llamarla, a ella no le importaba demasiado.
—Quiero semillas de flores —dijo ella primero—. Y luego, tengo una pregunta para ti.
Completaron la transacción con éxito y él sonrió con alegría al recoger seis cristales de alta energía de ella.
—Por favor, vuelve —dijo él.
—Claro, ¿dónde estás? Descubrí algunas cosas sobre las que quiero preguntarte. ¿Podemos encontrarnos? ¿Puedes venir a mi planeta como segador?
Él parecía estar ligeramente confundido, pero dijo:
—Claro, estoy en el inframundo, dame un minuto.