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La instructora Mei Lan llevó a Tang Li Xue y a los demás al interior del magnífico edificio.
Este magnífico edificio parecía más bien un enorme punto de referencia desde el exterior, ya que su arquitectura era idéntica a la de un palacio antiguo, pero aún más masivo y todos los materiales utilizados para construirlo eran mucho más lujosos.
Frente a la entrada, había una estatua colosal de un zorro de nueve colas de color azul pálido, hecha de un material desconocido. La estatua colosal parecía tan real y vívida que Tang Li Xue, Yaya y los demás se quedaron mirándola durante unos minutos, en shock y admiración.
Incluso podían sentir vagamente el aura aterradora y la inmensa presión que emitía la estatua colosal del zorro de nueve colas que hacía que sus corazones temblaran levemente de miedo y reverencia.
Tang Li Xue y los demás despertaron de su aturdimiento después de que la instructora Mei Lan los llamara y rápidamente la siguieron por detrás.
