Un terrible silencio comenzó a envolver a todos, las sombras oscuras que se cernían detrás, dándole a todos la sensación de miedo a la muerte, esas sombras estaban listas para desgarrar a todos en cualquier momento.
Los alientos de la muerte comenzaron a rodear toda la ciudad. No importa cuán brillante fuera la luna en la noche, no podía iluminar la atmósfera escalofriante dentro de la Ciudad Vela Dorada.
Las luces de las velas doradas en la Ciudad Vela Dorada estaban sin brillo, como si esas luces estuvieran a punto de desvanecerse en cualquier momento.
Aquellos que se dieron cuenta de que algo andaba mal permanecieron en silencio en la superficie. Debajo de sus mangas, el poder espiritual circulaba alrededor de sus manos.
—Pei Zhi, lleva esto contigo —Shenlian Yingyue lanzó una cosa a la mano de Wang Pei Zhi antes de que surgiera el alboroto.