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—Sí, señorita —dijo Nan Hua.
Miró a Hou Lin por un momento antes de volver a mirar al frente. No dijo nada y simplemente asintió. Incluso antes de esto, sabía que Hou Lin era alguien que era leal a su abuelo.
Si ese era el caso, quería aprovechar su lealtad para alcanzar su objetivo.
—Estamos entrando al laberinto —Nan Hua empujó las rocas y miró el camino delante de ella. Estaba ubicado más bajo que este camino, lo que significaba que el techo era mucho más espeso. Al mismo tiempo, notó el pavimento hecho de rocas.
Este era mucho más nuevo que el otro.
—Señorita Joven, no tenemos un mapa —Hou Lin se sentía un poco incómodo. Si se perdían en este lugar, ¿cómo debería responderle al Anciano Maestro Nan?
—Está bien —Nan Hua saltó al pavimento y miró hacia arriba. Una de las características de estos laberintos ocultos era que debían haber sido hechos de acuerdo al creador. Sin embargo, para hacer un pasaje tan largo, era imposible que solo pasaran un día.
