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No importa cuánto protestara Feng Ao Si, los otros dos lo arrastraron al campo de atrás. Afortunadamente, Zhang Dan Shui les había preparado una residencia que tenía un área separada para entrenar. Parecía que ya había previsto que querrían tener algún entrenamiento cuando vinieran aquí.
Así que, los dos lo llevaron a Feng Ao Si allí para tener un poco de ejercicio ligero.
El Anciano Maestro Nan eligió dejar que sus nietos se divirtieran. No tenía intención de detenerlos cuando estaban así.
—Maestro, el Gobernador Zhang está aquí.
—¿Gobernador Zhang? —repitió el Anciano Maestro Nan. Pensó que el gobernador estaría muy ocupado después de su gran logro ayudando al Reino Fei Yang a defenderse del ejército conjunto. ¿Quién hubiera pensado que realmente todavía tendría tiempo para venir aquí?
—Dígale que espere en la sala de estar.
—Sí, Maestro.
