—Después de esta batalla, algunos de ustedes serán ascendidos, mientras que otros serán degradados —El Anciano Maestro Nan suspiró—. Pensó en aquellos que se desempeñaron mal e incluso intentaron huir y se sintió disgustado por su comportamiento.
De todos modos, este incidente también les permitió ver a través de algunas personas que se unieron al ejército solo por conexiones con anterioridad.
—Voy a seguir siendo comandante de 300 hombres, ¿verdad? —Nan Luo preguntó con una sonrisa.
—Así es.
Feng Ao Kuai no estaba realmente preocupado de que le quitaran su rango. Había tenido un buen desempeño y sabía que incluso si lo perdía, podría alcanzarlo de nuevo en el futuro con algo de trabajo duro.
—Abuelo, ¿y los generales? —El Reino Fei Yang perdió mucho.
El Gran General Shangguan, el General Shangguan e incluso el Gran General Nan. Los dos primeros habían muerto mientras que el último quizás no pueda participar en ninguna otra batalla nunca más.
