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¡Clang!
—¡Está tan pesado! —exclamó la ayudante de campo mujer mientras era empujada hacia atrás.
La mano de Lin Lu tembló un poco mientras sacaba una botella y movía su mano. El polvo se disipó inmediatamente a su alrededor, causando una neblina más espesa. Todo era veneno y aquellos que estaban cerca de ella trataban de mantenerse a distancia.
No podían acercarse en absoluto.
A menos que desearan morir en el intento.
¡Ugh! ¡Blargh!
El general Shangguan vomitó sangre mientras luchaba por mantener su cuerpo erguido. Podía sentir que su interior se revolvía terriblemente. Era como si todo su cuerpo estuviera ardiendo desde adentro hacia afuera.
Sin embargo, aun así levantó su espada.
¡Clang!
—Es duro —gritó la ayudante de campo mujer mientras saltaba hacia atrás. Su rostro estaba lleno de emoción como si acabara de ver un juguete delante de ella con el que anhelaba jugar. Había felicidad y también expectación mientras continuaba atacando a la persona frente a ella.
