Los labios de Zhang Dan Shui se contrajeron cuando escuchó lo que dijo Feng Ao Kuai. Sabía que Feng Ao Kuai conocía la verdad pero pretendía no saber nada. Así que solo pudo sonreír frente a las palabras de Feng Ao Kuai.
—El Gran General Nan te ha estado esperando, así que naturalmente vendré a escoltarte, Segundo Joven Maestro Feng.
La mirada de Feng Ao Kuai permaneció indiferente mientras asentía. —En ese caso, le agradeceré al Gobernador Zhang. Mi hermano y primos todavía están en el carruaje. La temperatura es fría, así que espero que el Gobernador Zhang no les pida que salgan.
Honestamente, Zhang Dan Shui realmente quería golpear la boca de Feng Ao Kuai. Sin embargo, tenía un gran autocontrol después de permanecer casi dos décadas en la Residencia de la Familia Zhang.
—No se preocupe, Segundo Joven Maestro Feng. No soy una persona irrazonable.
—Bien.
