—¿Qué quieres comer, Hua'er? —preguntó Nan Luo con tono despreocupado, como si lo que había pasado antes no fuera nada.
—Cualquier cosa está bien.
Nan Hua no era exigente con la comida. Por lo general, no le importaba mucho lo que comía mientras la saciara. Además, hubo muchas veces que tuvo que buscar comida para sobrevivir.
—Entonces, vamos a comer fideos —Nan Luo había decidido—. El restaurante todavía está un poco lejos, así que vamos a caminar un poco.
—De acuerdo.
Los dos caminaban a un ritmo ni rápido ni lento. Disfrutaban del inusual paseo ya que normalmente estaban confinados en la residencia para estudiar. Aparte de ir a la academia, el propio Nan Luo rara vez iba a cualquier parte.
La atención de Nan Hua se posó en el alboroto frente a ellos. Una chica que llevaba un velo estaba enojada y regañaba al tendero allí. Observando el nombre de la tienda, Nan Hua pareció recordar que pertenecía a la Familia Long.
—Hay mucho alboroto cerca. ¿Deberíamos rodear? —preguntó el criado de Nan Luo en voz baja.
Nan Luo frunció el ceño. —Hua'er, ¿quieres hacer un desvío? Tal espectáculo desagradable no es para nosotros.
—Demasiado tarde.
—¿Mhm? —Los ojos de Nan Luo se estrecharon.
La chica que estaba enojada ahora había girado la cabeza para mirar a los dos niños. Aunque llevaba un velo que cubría la mitad de su rostro, tanto Nan Hua como Nan Luo pudieron reconocerla como Long Xu Nian.
—Los enemigos se encuentran en un camino estrecho... —pensó Nan Luo para sí mismo y frunció el ceño internamente. Si fuera posible, realmente no querría encontrarse con este grupo de gente molesta delante de él.
—Pensar que los volvería a ver también fuera —dijo Long Xu Nian en tono molesto.
Desde el incidente de aquella vez, no había podido asistir a más fiestas. La gente todavía hablaba de ella e incluso su compromiso no iba tan bien como quería.
La fecha fue pospuesta y había incluso algunas personas que decían que podría romperse. Para no crear malos rumores, a Long Xu Nian no se le permitía salir de la residencia y tenía que cubrirse la cara de esta manera. Estaba saliendo para inspeccionar las tiendas que se suponía que serían su dote.
Sin embargo, los tenderos le estaban dificultando las cosas.
Justo cuando quería regresar, tuvo que ver a estos dos niños molestos. El humor de Long Xu Nian definitivamente se desplomó aún más rápido.
—Saludos —dijo Nan Hua brevemente.
—¿Estás feliz ahora? —Al escuchar cómo Nan Hua mantenía tal cara estoica, Long Xu Nian sintió que la niña definitivamente se estaba burlando de ella por dentro. El pensamiento la enfureció más que cualquier otra cosa.
Nan Hua miró a Long Xu Nian sin ningún cambio en su expresión. —Si no hay nada más, nos iremos.
—Es hora de comer. —Nan Luo también asintió, ciertamente reacio a dedicar más tiempo para hablar con Long Xu Nian.
Long Xu Nian apretó los dientes. —¡No creas que esto se va a quedar así, Nan Hua! Una niña inútil que ni siquiera puede tocar bien un instrumento musical, ¿realmente crees que la Familia Long es un lugar para una dama tan inútil?
¿Instrumento musical?
Nan Hua estaba confundida, ya que no tenía recuerdos del tiempo antes de haber llegado repentinamente aquí. Sin embargo, Nan Luo dio un paso adelante con la mano extendida para proteger a Nan Hua detrás de él. —Para alguien que sigue causando desorden, hablas demasiado grande, Señorita Long.
—Soy joven y, naturalmente, eso significa que todavía tengo tiempo para aprender.
Nan Hua miró a Long Xu Nian y continuó. —Si eres joven, ¿no debería ser lo mismo que yo?
Eso es... cierto.
Long Xu Nian soltó una carcajada. Miró a Nan Hua y se sintió aún más molesta. —Una flor en el florero es de hecho hermosa. Puede ser admirada de día y de noche y ser cuidada por otros adecuadamente para que pueda florecer todo el tiempo.
Al ver la hermosa apariencia de Nan Hua, incluso a Long Xu Nian le dolieron los dientes. Nan Hua tenía una cara exquisita. Tenía la piel blanca y su rostro era redondo, luciendo adorable. Sus cejas le daban una sensación de elegancia.
Cuando estaba callada, parecía ser una chica tímida y fría. Hacía que uno quisiera acercarse e intentar derretir la capa de frío que la rodeaba y proteger a la niña que parecía frágil. Si uno tuviera que describirla, dirían que parecía una muñeca de porcelana.
A Long Xu Nian no le gustaba mucho la apariencia de esta joven.
Nan Hua arqueó las cejas. ¿Acaso esta joven chica estaba diciendo que ella no era más que una belleza que solo se podía admirar? Podría ser un poco densa, pero no era tan tonta como para no entender la metáfora.
—Una rosa con espinas es hermosa, pero cuidarla es tan problemático por tantas espinas. ¿No es mejor elegir una flor sin espinas, Señorita Long? —Nan Hua preguntó a cambio.