De esa manera, ella podría evitar la batalla antes de llegar al cuartel, situándolos en la mejor situación.
Pero claro, eso solo era un "si".
—Ve a descansar ahora.
—Sí.
Solo había una parte de los soldados de reserva encargados del deber nocturno. Después de todo, tenían que estar alertas en todo momento para asegurarse de no estar en desventaja. Sin embargo, después de obtener tan gran victoria, los soldados estaban todos de buen humor.
Chateaban entre ellos mientras realizaban su guardia nocturna.
Nan Hua aún permanecía dentro de la misma tienda que Nan Luo. El cuarto separado funcionaba mejor, permitiéndole estar cerca de los otros tres.
¡Tep!
En medio de la noche, los ojos de Nan Hua se abrieron cuando saltó de la cama. Había un leve sentido de crisis, así que salió corriendo de la habitación y se movió hacia la cama de su hermano gemelo. Lo sacudió para despertarlo.
—¿Mmm?
—Luo, hay soldados cerca.