Sin embargo, Nan Luo no podía decir eso. Era algo que no debía ser revelado hasta mucho más adelante en el futuro.
Si otras personas conocieran sus ambiciones, lo matarían incluso antes de cualquier otra cosa.
—En otras palabras, ¿podríamos luchar contra el Reino Zhang Xu? —la expresión de Feng Ao Si se volvió extraña.
—Sí.
—Ugh, realmente espero no tener nada que ver con esos parásitos...
Feng Ao Kuai guardó silencio. Cada reino tiene sus propias especialidades. El Reino Zhang Xu era conocido por su traición, tanto que incluso otros reinos no les gustaba interactuar con ese reino. Ahora siempre sabían que si querían luchar contra el Reino Zhang Xu, tenían que estar preparados para luchar con muchas pérdidas para ambas partes.
Afortunadamente, el Reino Zhang Xu ya no estaba en su apogeo.
Durante el tiempo que el Emperador Huan estaba en el poder, los daños que sufrieron al batallar contra el Reino Zhang Xu fueron realmente grandes.
