Nan Luo respiró hondo y, sin darse cuenta, empezaron a caer lágrimas de la esquina de sus ojos. Realmente no podía creer que mientras él estaba feliz y todavía no entendía nada, su hermana gemela vivía una experiencia completamente diferente.
—Joven Maestro, puede que esto sea presuntuoso de mi parte, pero ¿alguna vez ha sentido su dolor? —preguntó Xiao Yun con cuidado.
¿Sentido?
Pensando en su pasado, a veces Nan Luo se sentía incómodo mientras estudiaba, como si algo lo perturbara. Sin embargo, esa sensación era muy rara y, aun cuando ocurría, nunca le prestaba demasiada atención.
La única vez que realmente sintió dolor fue cuando buscó a su hermana en aquel fatídico día. Sintió un leve dolor de cabeza de la nada y cuando vio la herida en su hermana gemela, entendió de inmediato que quien sentía el dolor no era él.
Pero sí su hermana gemela.