Mientras Oliver estaba allí parado, su expresión se oscureció y sus ojos se llenaron de amargura. Julius empezó a leer en voz alta el testamento —La difunta Sra. Horton tenía una participación del 20% en el Grupo Horton, tres propiedades—dos en Oceanion, una en Clance—y 900 millones de dólares en ahorros, además de una colección de joyas. Según su última voluntad, ha dejado el 5% de sus acciones del Grupo Horton a su nieta política.
Oliver soltó una risa desdeñosa —Todos escucharon eso, ¿no? Incluso una forastera como Keera obtiene el 5% de las acciones, ¿pero qué hay de nosotros del tronco principal? ¡Nada!
Antes de que alguien pudiera responder, Julius miró fijamente a Oliver —Cierra la boca hasta que termine de leer.
Oliver mostró una sonrisa burlona —Termina todo lo que quieras. El resultado es el mismo, nada para nosotros.