—¡Pfft!
Luke escupió un bocado de sangre.
Todos sus órganos internos le dolían.
Era obvio que había sufrido lesiones internas.
—¡Ríndete! —King lo miraba desde arriba.
Luke se limpió la sangre de la comisura de la boca y miró a King con determinación. —¡Dije que no me rendiré!
King pateó fuerte el abdomen de Luke, intentando sacarlo del escenario para ganar el encuentro, lo que también era para proteger a Luke.
Pero Luke se agarró tercamente del pie de King, ¡y aun después de recibir esa patada, permaneció en el escenario!
—¡Pfft!
Otro bocado de sangre salió disparado.
Todos los de la División Especial abajo estaban conmocionados.
Todos comenzaron a gritar:
—¡Luke, ríndete!
¡Cualquiera con ojos podía ver que Luke estaba destinado a perder, y cualquier resistencia fútil era inútil!
James incluso gritó:
—¡Vamos! Luke, ¿no te lo acabo de decir? ¡Simplemente ríndete!