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Las pupilas de Keira de repente se contrajeron al escuchar esto. —¿Qué pasó?
—¡El señor Olsen ha sido envenenado!
La voz del mayordomo hizo que el corazón de Keira se subiera a la garganta.
Miró urgentemente a Lewis, quien preguntó:
—¿Qué pasa?
Keira respiró hondo. —Algo le ha pasado a mi papá.
Con estas palabras, todos los hermanos Olsen se reunieron alrededor, y Ellis fue el primero en hablar:
—¡Vamos a casa de inmediato!
Se apresuraron a volver a casa.
En el camino, Keira frunció el ceño, reflexionando sobre algo...
Lewis intentó consolarla. —¡Tío Olsen estará bien!
Keira apretó los dientes. —Lo sé, pero después de todo, él está envejeciendo...
Keira tenía sentimientos complejos hacia Tío Olsen.
Siempre había ansiado el amor paternal de Taylor Olsen, pero nunca recibió ni una pizca de él, lo que llevó a Keira a la desesperación. Finalmente, cerró la puerta a su anhelo de un amor paterno.
