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Todos quedaron atónitos.
En este tipo de reuniones, Samuel siempre se mantenía al margen. ¿Cuándo lo habían visto así de entusiasta?
Y la manera en que le hablaba...
¿Cuál era el trasfondo de esta joven de veintitantos años?
Isla apretó los puños, sintiendo una sensación ardiente en el rostro...
Jake frunció el ceño, su mirada oscilaba entre Samuel y Keira. —¿Ustedes se conocen?
Samuel miró a Keira y dudó en hablar.
No sabía si su jefa quería revelar su identidad.
Como era de esperar, al segundo siguiente, Keira levantó la copa de champán hacia Samuel con una mirada de advertencia en sus ojos. —Señor Morgan, hola. Soy muy joven para soportar esta formalidad.
Samuel captó la indirecta y se aclaró la garganta. —Señorita Olsen, no esperaba encontrarla aquí, así que me emocioné demasiado.
Ante sus palabras, todos miraron el deslumbrante rostro de Keira y parecieron entender algo. Todos rompieron en risas.
El señor Rey se acercó y bromeó:
