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Keira miró inmediatamente hacia la entrada al oír esto.
Por alguna razón, aunque la voz del Líder de la Secta estaba un poco apagada y ronca, justo como la última vez, había algo familiar en ella.
Especialmente ese tono descuidado... Llevaba consigo un poco del aire juguetón de un anciano...
Le recordaba a cómo solía hablar su maestro a menudo.
Mientras reflexionaba, vio una figura familiar ¡parada en la puerta!
Vestido con un atuendo de entrenamiento gris, el Líder de la Secta tenía el cabello corto y desaliñado y exudaba un encanto salvaje mientras estaba allí, con las manos detrás de la espalda.
Keira no podía distinguir su rostro porque el Líder de la Secta estaba realmente de espaldas a ellos, con las manos detrás de él, ¡como un experto en artes marciales!
Keira torció la comisura de su boca.
James inmediatamente se inclinó y le susurró al oído —el Líder de la Secta está alardeando otra vez.
Keira estaba perpleja.
