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Kate estaba atónita. Con lágrimas a punto de caer, ella de repente se petrificó. Tragó saliva y luego miró hacia James. James asintió de inmediato.
—¿No te dije ayer que Tío Olsen tiene una hija? Es ella, mi hermanita.
Kate estaba desconcertada. Se quedó completamente petrificada. Luego, volvió a mirar a Keira y exclamó de repente:
—Eso es imposible. ¡No te creo!
James se puso ansioso y estaba a punto de explicar más cuando Kate dijo:
—¿Cómo puede un hombre tan robusto como tú tener una hermana que es tan devastadoramente hermosa? ¡Es tan impresionante que parece que viene de otro mundo!
James se quedó sin palabras. Keira no sabía qué decir. Keira se sorprendió un poco cuando notó que Kate la miraba de reojo. Sus ojos brillantes tenían una mirada apaciguadora y traviesa, y Keira entendió de inmediato. Kate estaba tratando de disculparse por su comportamiento de hace un momento.
Keira no pudo evitar reírse.
—Realmente soy su hermana.
Kate dijo:
