Isla ya había marcado el número después de decir eso, una sonrisa triunfante en su rostro como para revelar la verdadera cara de la persona ante todos.
Por supuesto, el número que marcó Isla no era el que Keira solía usar.
Lo que Isla no sabía era que Keira tenía varios números de teléfono. Uno era de uso común y también el que conocían sus conocidos.
También había varios números designados para diferentes identidades.
Había uno exclusivamente para el Dr. South, uno para Nora la investigadora, y varios más. A veces ni siquiera podía recordar cuál era cuál, así que los apagaba todos.
—Comunícate conmigo vía email si hay algo. No perturbes mi vida normal.
Así que, cuando Isla marcó el número, la respuesta del otro lado fue:
—Lo sentimos, el número que ha marcado está apagado...
Keira levantó una ceja.
Isla, por otro lado, puso su teléfono pero aún insistió: