Aunque Keira sabía que no era hija de Taylor, de hecho fue criada como la hija ilegítima de la familia Olsen.
En el pasado, esto le importaba mucho e incluso sentía que su sangre estaba manchada.
Bajo el incesante lavado de cerebro de Poppy, sentía que había defraudado a la familia Olsen e Isla.
Recordó que cuando se iba a ir de la familia Olsen, Poppy no la dejaba ir y quería que trabajara como esclava para la familia. Se arrodilló durante diez agotadoras horas.
A los trece años, vestida con ropa ligera, arrodillada en el frío invierno.
Después de diez horas completas, miró a Poppy con terquedad y le preguntó:
—¿Puedo ahora dejar a la familia Olsen?
Desde entonces, nunca volvió a mencionar su propia identidad.
Jake la acusó de engañarlo y ocultárselo, pero en realidad, ella no ocultó intencionadamente nada. Simplemente no sabía cómo darle la noticia. Ya había decidido, en ese entonces, que si Jake le confesaba su amor al graduarse, revelaría su identidad.
