Los ojos de Keira centellearon con una luz brillante, y sintió como si su vida de repente estallara en espléndido color.
—¿Podría ser como había adivinado? —La señora Olsen era su madre...
Solo esta razón podría explicar por qué Isla había sido chantajeada por Finley durante tantos años, y también por qué Connor diría que Isla había robado la vida de Keira.
Keira sintió una semilla de esperanza en su interior que de repente echó raíces y brotó rápidamente.
—Si tú dices que es así, entonces lo es.
Sin embargo, Connor habló, mostrando en sus ojos un atisbo de relajación.
Su repentino cambio de actitud hizo que Keira frunciera el ceño, incapaz de comprender sus intenciones durante un momento.
Connor era como una rata en la oscuridad. Tras matar a Finley, fingió un temor injusto, engañando tanto al capitán Lincoln como a Holly.
En este momento, su actitud hizo que Keira dudara de la verdad.
Pero ella no estaba apurada.