—Oh, y hay otra cosa que esperamos traer contigo —dijo Águila, sacando montones de papel llenos de texto de su espacio—. No son mucho, pero por favor colócalos en el centro de tu pueblo para lectura pública.
Algunos de los más jóvenes no estaban particularmente familiarizados con ello, pero Henry temblaba un poco cuando tomó un juego de papeles, abriéndolo con los ojos bien abiertos. —¡Es un periódico!
Como el único en el grupo que en realidad había usado esto fuera de un museo, esto significaba más para él que para los demás.
—Esto es asombroso... —dijo, comenzando a leer uno de manera inconsciente. Los demás también tomaron una copia, curiosos sobre lo que contenía. Los textos parecían estar impresos también.
—¿Ya tienen la imprenta? —preguntó Henry, muy sorprendido. ¡Mientras todos los demás luchaban por sobrevivir, Alterra estaba avanzando demasiado rápido!
