—Me alegra que estés bien —dijo él, mirando a los gatos, quienes al parecer la ayudaron mucho.
Buenos gatitos...
—¿Qué hay de ellos? —preguntó, extendiendo su mano amablemente hacia los felinos en su regazo. Los gatos, como era de esperar, lo ignoraron.
Aunque a él no le importó en lo más mínimo. Estaba acostumbrado al comportamiento regio de los gatos. —¿Cuándo los conociste?
A Ryan en realidad le gustaban mucho los gatos. Él y su hermana tenían uno cuando eran jóvenes. Una pena que lo atropellara un coche. No pudieron soportar tener otra mascota después de eso.
Él le había contado esta historia a Gwen cuando estaban hablando.
Al recordarlo, su mente no pudo evitar ir a esos recuerdos. Pensando en cómo se había comportado en aquel entonces, no pudo evitar sentirse avergonzado. Le llevó bastante tiempo, después de obtener su número, antes de que realmente presionara 'enviar'.