Los tres se contuvieron la risa, obligándose a recordar su imagen severa para no romper en carcajadas.
Gill, quien fue hablado previamente por Altea, contrajo los labios. En lugar de responder a la pregunta, llenó su copa.
—¡Vamos, Capitán! ¡Tu cuñada quería que te divirtieras! ¡Relájate de una vez, eh? —dijo Gill con entusiasmo.
Águila miró al capitán con asombro.
—Nunca pensé que llegaría a beber con el Capitán en un pub de verdad —comentó con sorpresa.
Beber era algo que hacían un poco durante esos tiempos muertos en sus misiones, pero eso era cuando estaban acampando. Y aún cuando bebían, tampoco podían beber tanto porque, después de todo, estaban trabajando.
Por otro lado, cuando no estaban en misiones, el capitan estaba o estrategizando, haciendo reportes, o simplemente pasando tiempo con su esposa (principalmente, es lo último), así que realmente nunca llegaban a beber hasta más no poder juntos.