Mientras Altera se dirigía a la guerra, el Equipo B también estaba de camino a casa, con muchos invitados. Estas personas eran visitantes de Ferrol que se habían encariñado tanto con sus productos que insistieron en acompañarlos de visita.
En consideración a sus invitados, el equipo había descansado un rato en la Aldea Brillante.
Notaron algunas diferencias, pero estaban tan ansiosos por volver a casa que no se quedaron mucho tiempo.
Sin embargo, las diferencias eran tan marcadas que les era imposible no notarlas, incluso sin prestarles atención.
Por un lado, el nuevo líder era Gingo —alguien a quien reconocían como el hombre de confianza de Micheal— y su mujer, Sandra, que no carecía de los sutiles recordatorios de quién era la mujer de rango más alto allí.
Por ejemplo, al saludarlos, Sandra se presentaba como la Dama del Territorio Brillante.
También tendría muchos seguidores y aún más admiradores.