Aparte de Altea, solo había alrededor de diez soldados por debajo del límite de nivel que la acompañaron a Bright.
No estaba siendo tacaña, pero había una limitación en cuánta ayuda externa podía recibir un territorio, y la cantidad precisa era algo que aún no sabían. Ni siquiera los aborígenes lo sabían y ella no iba a arriesgar sus propios recursos cuando pudiera evitarlo.
Además, atacar a individuos de bajo nivel durante las guerras, especialmente dentro de las murallas, no solo era castigado con experiencia o oro... también había una pequeña posibilidad de perder la vida.
Ella no arriesgaría a su gente por eso.
Aun así, para maximizar su viaje, llevó a los soldados que podían defenderse durante las guerras, en su mayoría de todos modos.