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—¡Caray, de verdad que no has cambiado! —Beanie le dijo, burlándose. Luego le dio un codazo a Garan, su expresión volviéndose astuta—. Oye, dime. ¿Cómo hicieron ustedes dos para… ya sabes, convertirse en amantes?
Garan no le respondió, aunque su paso se aceleró hacia adelante, hasta el punto que Beany luchaba por seguirlo.
—¡Eh! —Beanie gritó, riendo cuando vio las orejas de Garan un poco rojas—. ¡Deja de huir!
El equipo observó sus interacciones con expresiones complicadas. Aparte de en relación con su esposa, su capitán nunca había sido tan poco característico… humano. Parecía que el capitán también le daba gran importancia al reportero.
Cambiando de tema, los viejos amigos pasaron a hablar de la familia de Beany. —¿Qué hay de tu esposa? ¿Tienes alguna idea de dónde está? —Garan preguntó, desplazando el tema de él.
