Universidad Nacional de Eden, hace un mes
Gru Beanman se erguía ante el estrado, su cabello blanco peinado hacia atrás con esmero, vistiendo un atuendo formal que exudaba autoridad.
Sus ojos paternales observaban entre la multitud compuesta por estudiantes y profesores, que habían escuchado atentamente durante la última hora.
Con una sonrisa gentil pero digna, abrió su boca para continuar su discurso, dirigiéndose a su conclusión.
—Antes de terminar esta sesión, me gustaría tomarme un tiempo para expresarles a todos que es un honor y un privilegio estar ante ustedes, la próxima generación de pensadores.
—Al entrar en la última etapa de mi carrera, me siento extremadamente... feliz de verlos y conocerlos a ustedes, la esperanza de nuestro campo.
Se detuvo, no por efecto, sino por los diversos recuerdos que pasaban por su cabeza envejecida. Aún podía recordar cuando estaba en su posición como estudiante con grandes ideales.