Alex, tras una arriesgada escapada, corre hacia el castillo, la determinación marcada en su rostro, solo para ser abruptamente rodeado por la guardia real. Las acusaciones caen sobre él como una lluvia implacable, marcándolo como criminal ante los ojos de todos.
"¡Soy inocente! ¡Deben escucharme! Necesito hablar con el rey; hay una conspiración en marcha", grita Alex, intentando que su voz sea escuchada por encima del caos que lo rodea. Sin embargo, sus protestas son ahogadas por los firmes comandos de los guardias, que, sin mostrar Interés en sus palabras, lo escoltan con rigidez hacia el oscuro abismo del calabozo.
La tensión es palpable mientras lo arrastran por los pasillos, cada paso resonando con el eco de su insistencia en la inocencia y la urgencia de su mensaje para el rey. Pero las puertas del calabozo se cierran con un estruendo final, dejando a Alex en la penumbra, luchando contra la desesperación y planeando su próximo movimiento para desenredar la red de mentiras que lo ha atrapado.
Mientras tanto, Thalrion, manteniendo su fachada de lealtad al reino, visita a Alex en el calabozo bajo el pretexto de obtener más información. La conversación entre ellos es tensa, con Thalrion desplegando toda su habilidad retórica para manipular la situación a su favor.
Thalrion: "Es una lástima verte aquí, Alex. Sin embargo, tus acciones han llevado las cosas a este punto. ¿No tienes nada que decir en tu defensa?"
Alex, a pesar de la desesperación y el aislamiento, mantiene su determinación: "Todo lo que he hecho, lo hice por el bien del reino. Hay una conspiración contra el rey, ¡y tú estás involucrado, Thalrion!"
Thalrion, con una sonrisa fría, simplemente se da la vuelta para irse, no sin antes ser convocado por un demonio a través de una manifestación mágica. Este holograma de fuego, una proyección de un demonio que parece ser el comandante que mató al maestro de Alex, Eldor, le ordena a Thalrion reunirse en un lugar secreto para discutir asuntos de importancia crítica para sus planes oscuros.
Sin perder tiempo, Thalrion, asegurándose de que no hay testigos de su próximo acto, conjura un portal oscuro en un rincón apartado de su estancia. Con habilidad y precisión, abre una puerta a un reino de oscuridad, un espacio entre mundos donde puede conversar sin ser molestado ni observado. A través de este portal, Thalrion se desliza hacia la oscuridad, dejando atrás el mundo conocido para sumergirse en conversaciones que determinarán el destino de todos en el reino, con Alex, inocente y atrapado, esperando desesperadamente una oportunidad para revelar la verdad.
Thalrion desciende al calabozo con una sonrisa burlona en su rostro, disfrutando del sufrimiento de Alex.
Thalrion: "¿Qué tal, Alex? Parece que tus planes han fracasado miserablemente. ¿Listo para aceptar tu destino como un traidor y un criminal?"
Alex, manteniendo la calma, responde con firmeza: "Thalrion, sé que eres tú quien está detrás de todo esto. Tu tiempo de manipulación ha llegado a su fin."
Thalrion se regocija ante Alex, disfrutando de su triunfo momentáneo, cuando de repente, una manifestación mágica en forma de holograma aparece ante él. Es el comandante Ignis, el mismo que mató a Eldor, con su mirada ardiente y su presencia imponente.
Ignis: "Thalrion, ¿están los preparativos completos? Nuestro señor espera ansioso el momento de manifestarse en este mundo."
Thalrion, demostrando respeto pero manteniendo su arrogancia, responde: "Por supuesto, comandante. Todo está listo para su llegada. Pronto veremos el cumplimiento de nuestros deseos más oscuros."
Ignis asiente con satisfacción antes de desaparecer, dejando a Thalrion solo en la oscuridad del calabozo. Con un gesto de su mano, Thalrion crea un portal oscuro y se adentra en él.
Elren desciende al calabozo con una expresión de incredulidad en su rostro. No puede creer que Alex, a quien consideraba un aliado confiable, esté implicado en un intento de secuestro contra Lyria, la princesa del reino.
Elren: "Alex, nunca imaginé que serías capaz de algo así. ¿Cómo puedes explicar esto?"
Alex, con urgencia en sus palabras, niega vehementemente las acusaciones y señala a Thalrion como el verdadero responsable.
Alex: "¡No he hecho nada de lo que me acusan! Thalrion está detrás de todo esto, te lo aseguro. Es él quien ha estado tramando en las sombras para sembrar el caos en el reino."
A pesar de las negativas de Alex, Elren sigue sin estar convencido. La idea de que Thalrion, un miembro respetado de la corte real, sea un traidor es difícil de aceptar.
Elren: "Lo siento, Alex, pero necesito pruebas antes de creerte. Por ahora, tendrás que quedarte aquí en el calabozo hasta que pueda investigar más a fondo esta situación. La seguridad del reino es mi prioridad."
Alex, con determinación en su voz, revela a Elren la ubicación del culto y el liderazgo de Thalrion en él.
Alex: "El culto se encuentra en las afueras del reino, en un antiguo bosque al norte de la ciudad. Thalrion es el líder y ha estado planeando estos ataques desde allí."
Elren asiente, tomando en serio las palabras de Alex.
Elren: "Necesitamos confirmar esta información. Pero antes de partir, debo asegurarme de que Lyria esté protegida."
Decidido a desentrañar la verdad, Elren instruye a sus guardias para que se queden en la habitación de Lyria y la protejan mientras él se dirige al culto para investigar por sí mismo. Con la esperanza de desentrañar el misterio y salvar al reino de la creciente oscuridad, Elren parte hacia el bosque, sin saber qué peligros y revelaciones aguardan en las sombras.