Tras largas negociaciones, el líder aceptó las estrategias propuesta por Nasir. Un acuerdo se forjó, restaurando La Paz y estableciendo nuevas fronteras que reflejaban la voluntad de coexistencia y colaboración.
Nasir lleno de gratitud y esperanza se dirigió al pueblo. En un discurso apasionado, compartió la noticia de la Paz recién encontrada. Habló de la importancia de la reconciliación y la unidad, destacando como el entendimiento mutuo podía superar las barreras de la guerra. El pueblo, sediento de paz, recibió sus palabras con esperanza y alegria.
Los ataques terminaron y Nasir con sus amigos se ha encontrado. Los padres de Nasir, llenos de orgullo, viajaron a palestina. En sus ojos brillaba la admiración por la valentía y sabiduría de su hijo. En las calles de Belén celebraron el triunfo de la Paz y la reconciliación. Durante meses se esforzaron con ardor, restaurando daños, la guerra sin error. Entre escombros, sus manos labraban, cicatrices Sanaban, Paz que ansiaba.