Max Levantaría su mirada poco a poco ya que estaba algo cabizbaja, por lo que al alzarla completamente se encontró con un hombre con la misma vestimenta con el que se atemorizo tiempo antes. En una toma de decisión algo apresurada comenzaría a alejarse poco a poco sin que el sujeto notara su presencia, pero lo que Max no esperaba era que este lo noto desde que puso un pie en la aldea. Al notar que Max comenzó a alejarse, empezó poco a poco a alejar su mano izquierda del reloj, en el momento en el que alejo lo suficiente, un pulso anaranjado apareció en su reloj, una luz algo tenue llego a los ojos de Max que se encontraba mirándolo a una distancia lo bastante lejos como para notar los movimientos del sujeto.
En tan solo un parpadeo, Max se encontró justo delante del hombre, El chico de tan solo 17 años no entendía que era lo que había sucedido y mucho menos quien era este hombre misterioso. En un acto de valentía Max intentaría saludar cordialmente al señor, extendiendo su brazo y abriendo la mano con algo de confianza
Acto seguido, El Señor se levantaría de la fuente mirando fijamente a Max y tomaría el saludo de Max o eso parecía, por que después de apretar la mano, este haría que Max se arrodillara con tan solo el dolor que provocaba su apretón de manos, los gritos del joven llamarían la atención de la gente de los alrededores por lo que soltaría la mano de Max para después agacharse y acercarse a su odio para depuse susurrar unas palabras amenazantes y llenas de odio.
-Mocoso eres de la unión? Si es así espera a un castigo aun mayor por estarme observando.
Max no entendía absolutamente nada de el hombre y muchos menos de lo que le preguntaron por lo que tomaría el hombro del señor y lo desplazaría hacia la fuente haciendo que este topara con la orilla de la misma, pero en menos de un parpadeo el que se encontraba en la fuente era Max.
Acto seguido un grito en la multitud se haría notar, la aparición de un chico con cabello rubio y ropa elegante se notaría como un rayo de luz para el crítico momento que estaba pasando en el centro del pueblo. Pero para mala suerte de todos el joven cayó al suelo junto con una espada bastante adornada haciendo que se perdiera toda la tensión del momento.
El Hombre de traje comenzaría a reírse mientras le estaba dando la espalda a Max, se alejaría de este y pasaría a estar delante del joven rubio que aun se encontraba tirado en el suelo.
-Chico- Diría el hombre con una voz de gracia y tranquilidad- Aún no era tu turno. Tenía que hacerlo hablar más, para observar su energía.
El hombre extendería su mano hacia el joven y este la tomaría para poder levantarse. Al estar frente a frente comenzarían a reír sin parar, logrando que la multitud olvidara lo sucedido y continuando con sus labores diarias, después de unos minutos donde Max no podía moverse por la inquietud del evento y con un ceño fruncido, lograría acercarse a los dos sin que lo notaran y tocaría el pecho de los dos en el mismo momento.
Al hacerlo un brillo verdoso aparecería en los dos, extendiéndose del pecho a todo el cuerpo. El brillo comenzaría a intensificarse hasta el punto donde los desconocidos dejarían de verse mutuamente y parando de reír. Con los dos sorprendidos por la cantidad de energía que Max contenía, estos tomarían las manos de Max alejándolas de ellos al mismo tiempo que comenzaban a reír de nuevo. El Joven de cabello rubio termina envainando su espada para después acercarse en un tono pacifico hacia Max.
-Lo siento, no era nuestra intención lastimarte ni mucho menos pero debíamos de estar seguros de que eras al chico que buscábamos .
Max con un ceño fruncido comenzaría a sacudirse del polvo del que se había llenado su chaqueta para después acomodar su cabello.
- Entonces... ¿HACERME DAÑO FISICO NO CUENTA COMO LASTIMARME?
El ambiente comenzaría a pesar nuevamente puesto que Max no estaba conforme con la situación anterior ni con las disculpas de los desconocidos. La multitud se alejaría de la zona dejando despoblada la plaza donde se encontraban.
El Hombre de traje se acercaría a los dos colocándose lo bastante cerca de cada uno y luego los miraría a los ojos intimidantemente haciendo que las cosas se calmaran. Este mismo comenzaría a hablar con una voz serena y mas tranquila a la de hace unos instantes.
-Perdona nuestras descortesías, Me presento soy Kenzo y mi acompañante es Henshi. El motivo de nuestra visita eras tu pero tal parece que no se te fue informado.
Kenzo tocaría un poco su barbilla con algo de intriga moviendo su mano de un extremo a otro, mientras que Max seguía sin entender lo que estaba sucediendo.
-Entonces, ¿ustedes dos solo vienen a visitarme? Saben es bastante incomodo saber que alguien me esta buscando.
Henshi sonreiría un poco a la vez que sacaría de su túnica una carta de color blanco con café, Max la tomaría y este vería en ella que el sello por el cual estaba cerrada era de la capital del reino puesto que tenia una espada y un arco en forma de una X.
-Supongo que esta carta es algo importante pero no entiendo por que me la están dando a mi y sigo sin entender por que este hombre llamado kenzo me golpeo!
Kenzo se inclinaría como forma de disculpa para después volver a su posición original. Tanto Henshi como kenzo se daría media vuelta y Kenzo comentaría con una voz bastante seria- Luego lo entenderás- Los dos sujetos se alejarían sin comentar nada mas. Max solo se quedaría pensando toda la tarde que estuvo en la aldea el por que de su carta y la necesidad de ser observado por el reino.
Al final del día cuando las estrellas acaparan el cielo nocturno, Max se dirigiría a su casa por el mismo camino que tomo para llegar a la aldea. El viento soplaba con una intensidad bastante tranquila como cualquier otro día pero Max tenia una extraña sensación en su cuerpo como si algo no estuviera bien por lo que cerro sus ojos unos instantes y al abrirlos estos comenzaron a brillar con una luz tenue del mismo color de sus ojos.
Después de abrirlos comenzaría a correr con bastante cautela puesto que mantendría su respiración tranquila para no tener que descansar para tomar aire nuevamente. Algunos minutos pasaron y Max estaba apunto de llegar a su casa pero se detuvo a mirar el camino de tierra. Al parecer se encontraban huellas de zapatos bastantes pesados como para que Max lo notara puesto que este estaba mirando a su altura media y no al suelo, El joven se agacho a mirarlas mas de cerca. No era normal que existieran pisada dentro del camino, no hay ninguna zona donde este se conectara con otro ni mucho menos que este camino llevara a alguna ciudad. solo estaba hecho para que la casa no estuviera tan aislada del pueblo y donde nadie tomaba ese camino por lo largo que era.
Max continuaría su camino hacia su hogar pero al llegar comenzaría mostrarse algo intrigado puesto que había un caballo de tono negro fuera de su casa y las luces continuaban encendidas, aunque ya era tarde era algo anormal ya que el abuelo siempre apagaba todo antes de dormir y a las horas que se encontraba Max ya era demasiado tarde para que siguiera despierto
El joven entraría a su casa ignorando al caballo pero la puerta se encontraba atrancada con un objeto, al no querer hacer demasiado ruido por la extraña situación dejaría de mover la perilla de la puerta y se asomaría para la ventana de du derecha para observar que es lo que estaba sucediendo.
Al asomar su cabeza notaria a un hombre vestido con una armadura oscura con tonos purpuras observando el libro que siempre leía su abuelo. Max no entendía que estaba sucediendo, desde la tarde no entendía por que lo buscaba la capital y mucho menos lo dejaron pensar por que ya estaba de nuevo en otra situación bastante extraña
Max se agacharía debajo de la ventana y abriría la carta que le habían dado de la capital en lo que el hombre misterioso continuaba leyendo el libro. Al abrirla la lectura era en idioma natal puesto que Max aun no contaba con la educación básica de la lectura, de nuevo cerraría sus ojos para que de nuevo brillaran, al hacerlo esto comenzaría a hacer que las letras se acomodaran en una forma legible para Max pero solo dentro de su visión por que realmente no estaban moviéndose si no mas bien era un efecto de vista que podía utilizar Max para mejorar sus sentidos.
La carta contenía el siguiente mensaje.
- Saludos joven, me presento soy Alec líder del grupo conocido como los Guards, El grupo mas temido dentro de las 5 grandes naciones. El motivo de mi carta es la necesidad de hablar contigo urgentemente, coméntale a tu abuelo que me escriba, conoce como llamarme, sin mas por el momento me despido, perdón si no soy lo suficientemente claro con mi mensaje pero tengo que evitar cualquier filtración de información
Al termino del mensaje contaba con una marca de color azul como si se hubiera derramado tinta en esta pero era raro ya que toda la carta estaba escrita con tinta negra. Max no le tomo mucha importancia y guardaría la carta. El joven se levanto y al observar nuevamente la ventana el joven misterioso ya no estaba en la sala y al mover un poco su cabeza hacia su izquierda vería como la puerta se estaba abriendo lentamente dejando sin aire a Max y sin posibilidad de ocultarse.
Al abrirse la puerta el hombre de armadura negra se quedaría observando a Max de una manera intimidante para después cerrar la puerta y luego caminar hacia Max colocándose en su espacio personal, sin ningún movimiento en falso este con una voz lo bastante grave e intimidante se presentaría
-Soy Orión y tu ¿Quién diablos eres?