Oscuridad, infinita y gélida. Estaba cubierto por un manto de sombras tan densas que ni siquiera era capaz de ver mi mano frente a mi rostro. Grité y sólo recibí mi eco como respuesta. Avancé entre las sombras, la soledad y el frío hasta que un par de llamas espectral se encendió no muy lejos de mí, mientras seguía avanzando más llamas se encendían, eran azules, brillantes y preciosas, no había antorchas o lámparas en este abismo infinito lleno de tinieblas, pero las llamas estaban ahí iluminan la absoluta nada como si de faroles se tratase.
A pesar de que el lugar estaba siendo iluminado por las llamas azules, no había nada bajo mis pies, mirar al suelo era ver al abismo, mirar al cielo era como ver una noche sin estrellas o luna aún así, sentía que pisaba algo firme. Mi caminata duró un tiempo, no sabría decir cuánto, pero sé que no fueron unos pocos pasos, mi marcha se detuvo pues una puerta doble de dimensiones titánicas fue iluminada por las llamas azules.
Toqué las puertas con las puntas de mis dedos y un sello arcano apareció, cadenas negras aparecieron envolviendo la puerta las cuales comenzaron a emitir un brillo por el sello arcano, las cadenas comenzaron a quebrarse como si fuesen de cristal, luego de quebrarse por completo estallaron y la puerta se abrió por sí sola.
Ahora había una gran habitación, en esta ocasión podía ver con claridad, era redonda y gigantesca propia de las proporciones de las puertas doble, en los bordes había enormes pilares que sostenían balcones en el segundo nivel de esto que parece ser una torre y una infinidad de llamas azules se hacen presenten en los pilares iluminando el lugar, al mirar hacia arriba para comprobar la altitud sólo vi una luz al final, probablemente esta torre no tiene techo.
Un escalofrío recorrió mi espalda y una densa neblina verdosa empezó a salir desde la parte superior de la torre, deslizándose cual cascada entre los balcones superiores hasta llegar al primer piso, un fuerte rugido hizo retumbar el lugar y una criatura gigantesca comenzó a descender desde lo alto de la torre.
Ante mí apareció un dragón, gran parte de su cuerpo estaba deteriorada, podrida incluso se podían ver sus huesos cubiertos de sangre, putrefacción junto a algunos arañazos, de sus enormes fauces caía más niebla verdosa como la saliva de un depredador al tener a su presa por fin acorralada, para completar su aterradora apariencia tenía ojos rojos, brillante y amenazantes puestos sobre mí.
El dragón lanzó su ataque, abrió sus fauces exhalando un mar de llamas verdes, el olor a azufre de las llamas acompañada con lo que sonaba como susurros de ultratumba activaron todos mis instintos. Para repeler el ataque alcé una de mis manos donde sostenía lo que parecía ser un bastón y del suelo emergió un muro de roca, las llamas chocaron contra el muro, logré notar que entre los bordes del muro se asomaban manos esqueléticas y rostros atormentados que se desvanecían casi al instante… Era como si su aliento fuese de fuego, podredumbre y almas torturadas.
El muro comenzó a deshacerse, no estaba seguro si se podría o derretía, pero no quería saberlo ¿Sí eso le hizo a la piedra qué me haría a mí? Apunté mi bastón en dirección del dragón y recité un encantamiento, comenzaron a aparecer sellos arcanos alrededor del dragón y de estos emergieron espadas doradas que fueron disparadas contra la criatura.
Pareció dolerle pues dejó de arrinconarme con sus llamara para soltar un alarido, aproveché la oportunidad, una aura azul comenzó a rodear el bastón y formó una enorme espada de energía con la cual pude cortar la cabeza del dragón, aún podía ver como su cuerpo se movía mientras poco a poco el brillo de sus amenazantes ojos rojos se iba desapareciendo, lo que antes era carne podrida y escama comenzó a petrificarse antes volverse una estatua que se desmoronó por completo.
***
— ¿Cassian? ¿Aún sigues dormido? — escuché una voz suave y femenina con la cual me desperté repentinamente de mis sueños. — Ven a desayunar, debes partir antes de que se te haga muy tarde. —
Parpadeé un momento ¿Fue un sueño? Se sintió real. Mi madre estaba en la puerta esperando algún tipo de reacción así que me levanté y le sonreí como respuesta, ella intentó sonreírme, pero lo noté al instante, era una sonrisa forzada.
Conozco el origen de su tristeza, apenas cumpliré los dieciocho años y me iré de casa ¿El motivo? Planeo inscribirme en la prestigiosa Academia Hábito De Erina, es una academia de magia, la mayor del país y probablemente del continente. Estoy en el país Valoria, una nación regida por la magocracia y en la que los avances tanto tecnológicos como mágicos pueden asegurarte una vida tranquila.
Aproximadamente a nivel mundial tan solo el ocho por ciento de la población son magos, pero en Valoria este número es bastante distinto pues el treinta por ciento somos magos, no por Valoria es conocida como "La Tierra De Los Magos". Aún siendo magos mi familia es bastante humilde y yo quería ir a la capital para estudiar y volverme un gran mago.
Mientras estaba perdido en mis pensamientos no me di cuenta cuando mi mamá se fue de la habitación, será mejor que me prepare lo antes posible de lo contrario es posible que me dé el anochecer y pierda tiempo valioso. Mientras pensaba en todo esto estuve arreglando mis cosas pues ahora empezaría mi viaje, debería llegar algo así como dos decanas antes del examen de admisión de la academia, así que salir lo antes posible es crucial.
— Pero miren nada más que tenemos aquí, el próxima gran Scorchedhammer — escuché a mí padre hablar desde la mesa.
Le asentí con la cabeza, después de todo quiero que mi familia se sintiera orgulloso de mí, traeré prestigio al apellido familiar, pero hay un pequeño problema antes de lograr eso…
— Hijo… — conozco ese tono, aquí vamos. — Sé que no te sientes muy aferrado a tus raíces, pero recuerda que la familia posee un gran linaje de Herreros Arcanos, así que me gust- —
— Padre, ya sé que aprecias mucho nuestras raíces, pero preferiría no ser un herrero arcano. Creo que me debería considerar afortunado siendo un mago tomando en cuenta al abuelo. — no me gustaba la idea de ser un herrero arcano, me desagradaba por completo, rezaba a los divinos por no ser uno.
Mi padre me miraba, sus ojos parecían agudizarse, mi madre observaba atentamente. Sentía su mirada penetrante y vaya que intimidaba mi padre, era alto, musculoso y de piel bronceada, tenía su cabello castaño alborotado acompañado su rostro enojado había una barba desaliñada junto a un montón de hollín en su ropa, parece que estaba trabajando en la fragua.
Ya hemos tenido esta discusión varias veces, para resumir: mi familia tiene la dicha que todos sus miembros han logrado desarrollar magia, pero únicamente la herrería arcana ¿Es eso malo? Depende de a quién le preguntes, para mi padre es un milagro y debemos sentirnos orgullosos, debemos abrazar esta bendición, para mí es una especie de castigo, somos magos, aunque de los más inútiles a menos que nos esforcemos mucho, de hecho el abuelo, que en paz descanse su alma, era un mago muy débil.
— Zephyr... Creo que ya Cassian debería irse, de lo contrario podría no llegar a tiempo. — Interrumpió mi madre y me entregó una gran bolsa de papel. — Esto es el lote que debes llevar a Greystone, recuerda mantener el dinero contigo para lo que sea que necesites durante el camino a Avalind. — me sonrió mi madre.
Ella quería evitar que mi padre y yo sigamos discutiendo, por suerte lo logró e hizo que la discusión acabe justo ahí lo que me permitió irme de inmediato. Debo viajar hasta Greystone, un pueblo que anteriormente era una mina y luego continuar de poblado en poblado hasta llegar a Avalind para poder determinar cuales serán mis afinidades.
No lo pensé mucho más, tomé mis cosas y me despedí de mis padres una última vez antes de partir de casa, sería un viaje largo en el que podría reflexionar sobre muchas cosas.
Verán, los magos pueden usar sus habilidades extraordinarias asociadas regularmente a los dioses, la magia es un regalo divino y dicho regalo se manifiesta permitiendo a los magos alterar la propia realidad pues disponemos de la fuerza de los mismos dioses. Cada mago nace con cierta "Afinidad" tal vez fuiste bendecido por un dios en particular o simplemente tienes talento innato, aunque a cada mago se le da mejor unos tipos de magia que otros.
Los "Campos de magia" es el nombre oficial dado por el Concejo Dorado, quienes son los líderes de la nación, entre los Campos de magia están: Abjuración, Adivinación, Biomancia, Ectomancia, Encantamiento, Evocación, Invocación, Nigromancia, Psicomancia y Transformación.
Mencionar que hace cada magia sería muy largo y tardado así que me centraré en las de mi familia. La familia Scorchedhammer ha tenido un largo linaje de magos cuyo poder innato es la magia de Encantamiento, la cual sirve para, como su nombre lo dice, encantar cosas, posee sub-campos como lo son Herrería Arcana con la función de infundir hechizos sobre objetos, Creación de Focos que sirven para mejorar y canalizar la magia de los magos y hasta donde sé, Golemancia para crear criaturas inanimadas.
La magia es hereditaria más las capacidades de un mago no, no es común que un linaje entero logre tener las mismas aptitudes por decirlo de alguna manera, el cual es el caso de mi familia, todos son magos con particular habilidad para la Herrería Arcana lo cual resulta extraño, pero no sorprendente.
En un mundo donde la magia es muy importante la habilidad para crear objetos mágicos es muy remplazable, los que usan objetos mágicos suelen ser personas sin magia o magos poco experimentados en un campo en específico, de hecho la magia de Herrería Arcana suele ser constantemente menospreciada por los magos de mayor nivel, y tiene sus motivos dado que a crear estos objetos tarda demasiado tiempo, es muy agotador y tedioso haciendo que una magia relativamente importante para los avances tecnológicos sea la menos emocionante.
El Concejo Dorado es la mayor autoridad mágica y gobiernan Valoria como un concejo. Ellos llevan las pruebas para determinar qué clase de magia y aptitudes tienen las personas además de un registro de los magos de Valoria, adicionalmente son los encargados de la educación mágica de cada mago, a los dieciocho años un mago llega al punto donde su magia se estabiliza y se puede determinar tu magia y aptitudes con facilidad por lo que parte del proceso de transición de adolescente-adulto es pasar por esta prueba.
Probablemente luego de los resultados de mi prueba vuelva a mi casa y de ahí emprenda otro viaje para explorar mejor mi magia o podría volver a la capital para participar en una academia mágica del Concejo Dorado, sino podría unirme a un gremio de aventureros de la capital.
Y dicho eso, espero que el viaje no sea peligroso, actualmente apenas puedo crear un fuego fatuo, es una habilidad con la que nacen la mayoría de los magos, es simplemente crear una llama espectral, es inofensivo sólo sirve para iluminar.
Miré a mi alrededor, he caminado aproximadamente una hora, Greystone está a dos horas de mi casa, se encuentra en la ladera de Dragon Backbone una cordillera que según relatos antiguos es en realidad la columna de un dios dragón que fue asesinado por otros dioses.
A pesar de su oscura historia la montaña es bastante tranquila, el clima es agradable casi todo el año excepto en invierno por la nieve y el frío. Por el camino donde voy hay una fresca brisa recordando que en breve llega Ultima Cosecha, y el aroma a flores silvestre inunda mis fosas nasales, pronto desaparecerán estas flores durante el próximo mes, los animales parecen buscar alimento de forma desesperada ahora, veo una ardilla recolectando semillas y nueces en sus mejillas, se podría decir que el sendero tiene una gran cantidad de sonidos.
Pensando mejor las cosas la carretera está muy vacía de hecho, creo que nunca he visto a alguien más que no sea de Greystone o un familiar mío, ya que Greystone fue una mina y ahora que está cerrada casi nadie va a ese pueblo, adicionalmente más allá de mi casa sólo se encuentra la frontera a unos cinco días y da a las Tierras Libres de Arundel... Que irónicamente, están herméticamente cerrados, nadie entra, nadie sale, incluso poseen hechizos que evitan la translocación, realmente no sé mucho a pesar de vivir en la frontera, sólo sé qué hace unos cuarenta años esta carretera era una ruta comercial importante entre ambos reinos, pero luego del cierre de la frontera ya no pasa nadie por aquí.
Tras avanzar un rato más logré ver los edificios de Greystone, están hechos de piedra y el suelo está decorado con adoquines negros, saludé a las personas que iba reconociendo en el pueblo, vivían tal vez unas cien personas o menos. El sonido de los comerciantes discutiendo precios, los niños jugueteando y los aromas a comida callejera siempre era algo que me gustaba de este pueblo.
Hice la ruta habitual, mi familia posee una herrería porque mi padre es un Herrero Arcano y mi madre una panadera, mi madre también era maga nació con habilidades innatas en la Transformación, pero no desarrolló mucho sus habilidades arcanas. Gracias a su magia era una gran cocinera o tal vez era muy hábil nunca responde cuando se le pregunta, el punto es que su pan es muy solicitado en Greystone y a veces venía yo personalmente a entregarlos o los compradores iban a nuestra casa.
Recuerdo antes cuando no me gustaban los vegetales, mi madre usaba un hechizo para cambiar el sabor de la comida, me hacía comer brócoli con sabor a bollo dulce, sin duda una gran habilidad.
— Pero si se trata del pequeño Cassian Scorchedhammer. – una señora mayor interrumpió mis pensamientos y la vi saludándome con una gran sonrisa. La señora comenzó a bombardearme con preguntas de mi familia. — Cuando vuelvas a casa dile a tu madre que quiero un pan de chocolate que tenga sabor a fresas. —
— Señora Norris... Yo no creo volver a casa durante un buen tiempo, debería darle el mandado a alguien más, iré a Avalind a tomar las pruebas y de ahí probablemente vuelva, tal vez en dos meses. —
La señora Norris me miró de arriba abajo, parecía incrédula por mis palabras, ella era más baja que yo, tenía el pelo totalmente blanco y parecía la típica abuelita adorable e inofensiva.
— Tesoro... ¿Me estás diciendo que ya tienes dieciocho años? – pude notar su tono de indignación. — No puede ser, yo estaba en plena juventud cuando te cargué por primera vez. No puedo ser tan vieja. Recuerdo cuando eras un mocoso que ni los mocos te sabía limpiar, un noble llegó al pueblo y su hijo te hizo llorar diciendo que los los magos como tu padre eran... Ya sabes. —
Lo recuerdo... El joven maestro Cedric de la familia Lionheart, eran poderosos magos, no recordaba eso hace tanto tiempo que casi lo olvidé, Cedric junto con su familia vino a hacer un pedido a mi padre, había hecho un comentario muy desagradable "Padre ¿De verdad necesitamos ayuda de un mago escénico?" su tono de superioridad me hacía hervir la sangre incluso ahora. Parece que la señora Norris notó que dijo algo malo porque frunció el ceño preocupada, cuando me di cuenta estaba apretando los puños. Tal vez esa pequeñez de la niñez me afectaba más de lo que quería ¿Será por eso que no quiero ser un Herrero Arcano?
Luego de hablar un poco con la señora Norris me dediqué a entregar los otros pedidos de pan y de ahí fui a comprar provisiones, estaba claro que el viaje era largo, al menos medio mes para llegar. Pero mi mente realmente no estaba pensando en la prueba ahora mismo, pensaba en por qué me afectaba tanto el comentario del noble ¿Admiraba tanto a mi padre que me hizo llorar su comentario? No estoy seguro.
Negué con la cabeza para alejar los pensamientos de mi, seguí caminando hasta dar con el portón, había un camino más adelante que llegaba a otro poblado, detrás de mi sonaban los típicos ruidos de Greystone pero mi mente los silenciaba, los escuchaba muy distante. Me di cuenta que estaba temblando cuando noté a la gente viéndome preocupados.
Antes de continuar con mi viaje revisé mi mochila. Mientras buscaba sentía diversas cosas, a pesar de que siempre le hago entender a mi padre que su linaje no es bueno, me ha cuidado tanto, entre las cosas habían un escudo, una daga de plata, una tienda de campaña, entre muchas otras cosas. Comprendí la preocupación de mis padres, eran casi dos meses sin ver a mis padres, a la gente de Greystone y encima de todo dos meses solo ¿Y si no me podía adaptar a Avalind? ¿Y si soy atacado en el camino? nunca me entrené físicamente, incluso un grupo de perros salvajes podría acabar conmigo.
Miré la carretera y el miedo me invadió nuevamente, escuchaba a alguien llamarme a lo lejos hasta que sentí un empujón que me sacó de mis pensamientos. Miré a una chica de pelo rubio y ojos color miel, la conocía bien, era Stella una amiga que he conocido desde hace muchos años.
— ¿Estás bien Cassian...? — su tono de voz suave y preocupado me hizo entender que estaba montando una escena.
— Yo... Creo que sí. Es sólo que, lo más lejos que he ido de casa es Greystone. — dije y miré el sendero de nuevo.
— Oh... Se acerca tu cumpleaños ¿No? recuerdo que siempre decías que cuando cumplieras los dieciocho años ibas a escapar de esta montaña para ser el mago más poderoso de Valoria. — dijo la chica poniendo su mano en mi hombro, sentí su calidez. — ¿Qué pasó con la motivación del pequeño Cassian? —
— Y-yo... — Abrí y cerré la boca algunas veces buscando que las palabras simplemente salieran. — Creo que el pequeño Cassian estaba equivocado. El camino es peligroso y yo ni siquiera sé usar un cuchillo de cocina, tal vez no deba de ir... — creo que soné derrotado, me sentí avergonzado con el rabo entre las piernas, patético creo que es la mejor palabra para describirme.
— Ya veo, ni modo, entonces empezaré a escribir mi libro de como el mago más poderoso de Valoria se orinó los pantalones antes de salir de su pueblito. Será un éxito en ventas. —
Así era ella, era una chica bastante brusca, le gustaba jugarme bromas de forma constante y tratarme como un miedoso. Pero aun así la apreciaba mucho como amiga.
— ¿Necesitas algo con qué defenderte de los peligros? Creo que mi hermano tenía algo antes de que se haya ido de Greystone, déjame buscar algo. — le asentí como respuesta.
Stella se retiró del lugar temporalmente volviendo a casa mientras yo terminaba de verificar si todo estaba en orden en mi mochila, tenía algunas hierbas medicinales, provisiones y lo necesario para sobrevivir al menos para unos cinco días, por lo que igualmente debería descansar en Darkwooden. Noté algo brillante al fondo, era un anillo con un papel enrollado dentro, el anillo emanaba una extraña ¿Energía? no sabría describirlo pero sentía algo en él.
— Uy el pequeño Cassian tiene una carta de amor. — dijo Stella cuando me vio leyendo la carta, no sé que clase de expresión tenía que le hizo pensar eso pero me hizo sentir avergonzado, ella venía con una espada desenfundada en una mano y la funda en la otra, desde lejos podía notar que estaba algo roma pero aún podía cortar, estaba seguro de eso; demasiado, después de todo vivir tanto tiempo con un herrero te enseña algunas cosas. — Es todo lo que encontré, por lo que he escuchado es más difícil crear tu lucecita bailarina esa que mover la espada, estarás bien. — me animó con una sonrisa.
Stella y yo solíamos deambular por la noche de aquí para allá acompañados del fuego fatuo que podía crear, de hecho el fuego fatuo se parece muchísimo a las llamas azules con las que había soñado esta mañana.
Hice un barrido con la mirada desde la carta hasta Stella y de ella a la espada. Le sonreí mientras me limpiaba las lágrimas que habían salido de mis ojos.
[Hijo, espero uses las cosas que te dí. En Kanroh
confío para que te llegue este mensaje.
Ya sé que no eres fan de la magia de nuestra familia
Pero yo soy fan tuyo, sé que sin importar el tipo de
magia que recibas, serás un gran mago.
Te quiere mucho, tu padre.]
Entonces partí motivado por las palabras de mi padre, era momento de avanzar, de seguir adelante con mi trayecto.