Llegué a la casa de Paola, llamé a la puerta, me abrió y nos saludamos con un abrazo.
—¿Estás bien?— me pregunto dudosa.
—sí, sí, estoy bien tranquila— le respondí sonriente para que no se preocupara.
Me dio una sonrisa de vuelta las dos entramos y fuimos directos a su cuarto, su casa como siempre sola, muy sola.
—Tus papás de nuevo están en un viaje de trabajo— pregunté.
—si bueno eso es normal. Ven vamos a mi cuarto para mostrarte lo que me pensaba poner— subimos las escaleras hasta que llegamos a su cuarto, el cual estaba algo desordenado, se notaba que estaba apurada.
me senté en la cama. me mostró mucha ropa muy bonita, ¡Todo le quedaba hermoso! ¡Todo!
Aunque todo era bello en ella, tenía que elegir uno, así que le dije que se pusiera un vestido morado, con un largo medio y unos zapatos de color negro y algunos otros accesorios como collares y pulseras.
—uh, me encanta como me veo— mientras se veía en el espejo con luces de su cuarto.
—sí, te sienta muy bien el morado— le respondí mientras también la veía en el espejo.
—¡Muchas gracias Yume! ¡Gracias!, ¡Gracias!— me empezó a abrazar mientras daba pequeños saltitos que me hacían gracia, por lo cual saqué unas pequeñas risitas.
Este momento lindo y mágico (para mí), no duró mucho, ya que tocaron a la puerta era obvio que era Gabo.
—¡Voy!— digo Paola soltando del abrazo y bajando las escaleras.
Yo simplemente la seguía tranquilamente intentando esconder mi tristeza.
Las dos llegamos a la puerta, Paola muy emocionada la abrió, ahí estaba Gabo vestido algo casual pero muy lindo con una chaqueta, una camisa por dentro, unos pantalones y una gorra.
—Hola, Paola— Gabo dio una sonrisa muy amable mientras de reojo me vio detrás de Paola —oh, hola, Yume ¿No?— pregunto.
—sí, Yume, un gusto— nos quedamos un momento en silencio —bueno ya dejó de ser lamparita mejor me voy— pase entre Paola y la puerta— adiós Paola, adiós Gabo, que les vaya muy bien en su cita.
Ni siquiera dejé que Paola dijera adiós, porque solo quería salir de ese lugar.
Paola
—Adiós yu— le quería decir adiós, pero solo se fue.
No entendía qué le pasaba, estaba algo preocupada. aunque estaba preocupada me tenía que concentrar en el chico que estaba al frente de mí, gabo, lo mire y el me miro, los dos nos miramos a los ojos un momento, hasta que rompí el silencio.
—¿cómo estás?— le di una sonrisa amable mientras me volteaba para cerrar la puerta de mi casa, él me la devolvió.
—Yo muy bien, porque voy a salir con alguien increíble— su sonrisa amable se convirtió en una coqueta .
—oh ¿en serio? ¿Quién es esa?— reí un poco y él me vio con cara obvia —¿a dónde me va llevar caballero?—.
—pues pensé en tres lugares— mientras él hablaba nos alejamos de mi casa poco a poco —quiero que tú elijas algo de estos tres: ir a una fiesta, ir a un parque a solo caminar o quieres ir a comer.
—hum, qué tal ir a la fiesta— le dije volteando mi mirada hacia él.
—sí claro está bien, vamos— sacó unas llaves de un auto. Presiono un botón haciendo que un auto al otro lado de la calle sonará.
—¿Tienes un auto?— voltee a verlo confundida, no sabía que tenía uno.
—claro que tengo uno— me vio orgulloso.
Los dos nos subimos en su auto y nos fuimos a la fiesta estábamos hablando de cosas varias en el auto, había veces que ponía su mano en mí muslo, hacía que mi corazón se acelerara.
Cuando llegamos a la fiesta nos bajamos del auto, no parecía una fiesta de cumpleaños normal. Solo era una fiesta.
estaba algo nerviosa mientras caminábamos hacia la puerta de la casa, no era mucho de salir, aunque no tenía problemas para relacionarme con las personas, se me hacía fácil encajar.
gabo tocó el timbre y salió un chico, el cual saludo a gabo con un choque de puños, volteo su mirada hacia mí.
—¡eh!, Paola, soy Alex. no se si te acuerdas de mí— dio un pequeño espacio para pasar nosotros.
me quede pensando antes de pasar y me acordé de él, era alguien que había conocido en el anterior curso de clases aunque casi no hable con él.
—oh, si, Alex—
Pasamos a la casa, había muchas personas bailando, algunas tomando y otras fumando algo, tenía la sospecha de que era. Gabo mientras caminábamos por la fiesta saludaba a todo el mundo, en serio era muy popular entre las chicas y los chicos al parecer, él se mostraba muy orgulloso de tener a tantas personas alabándolo.
¿por qué elegí la fiesta?
1:00 AM
al llegar pensé que él no me iba a parar tanta bola, aunque ante todo pronóstico, sí lo hizo, nunca me dejo sola y siempre intento hacer que me la pase muy bien.
Estábamos bailando los dos, cuando medio lo escuche hablar, no lo entendí mucho, pero por su expresión y su seña que me marcaba para la salida que era para salir.
Nos recostamos en un auto que estaba ahí en la entrada, él me agarró de la mano, yo me sonroje un poco, no sabía que hacer, me quedé congelada.
—Paola, oye, eres muy linda ¿lo sabes?— vuelvo a verme.
—¿yo?— no sabía que decir, no lo veía así, muy pocas personas me refiero a: Yume y a una chica que se me confesó a mis 13 años. Era linda, pero no era mi tipo.
—¡Claro! eres la chica más linda de toda la clase— me sonrió y me agarro de la mejilla para acercar su cara poco a poco a él, como esperando que yo respondiera, lo que hice.
me acerque a su boca, tocando sus labios con los míos, sintiendo su lengua con la mía era algo mágico, yo lo sentía mágico, era como un beso de una película de romance o de cuento de hadas.
**********
Yume
6:00 AM
**********
Me acababa de levantar era sábado así que no tenía mucho que hacer ese día.
—¿cómo le fue a Paola ayer?— agarre mi celular y le escribe un mensaje.
—Paola, buenos días, ¿cómo te fue ayer?
—parece que aún no se ha levantado debe estar cansada de ayer— Me levanté de mi cama fui abajo y estaba mi mamá desayunando.
—buenos días— agarré una taza y fui a la cafetera para servirme un poco de café.
—ma, que se hace cuando una persona te gusta, pero tú no le gustas a esa persona— sin verla a la cara con una mirada triste hacia el suelo.
mi mamá acabó de masticar su comida —te refieres a Paola ¿No?— me quedé helada.
Cómo supo que me gusta Paola yo nunca le dije.
me volteé bruscamente —¿¡cómo lo sabes!?—.
No tenía miedo que ella lo sepa porque sé que ella me apoya, más bien es la única persona de toda mi familia que me apoya y me apoyara.
—hija es algo obvio como la ves cuando viene a la casa— me veía con cara obvia.
Si creo que no soy tan sutil como pensaba.
—bueno si, tienes razón es ella más, no sé qué hacer— me siento en la silla de al frente de mi mamá —ella le gusta otro y ni siquiera sabe sobre lo que siento por ella. Yo sé que ella está feliz y me alegro mucho, pero yo estoy muy mal.
—hija, dile, aunque sea, así te sacas ese peso de encima. Tu nunca le has dicho ¿verdad?— mastica su comida.
—Pues no, desde lo que pasó, nunca le he dicho esto antes a alguien— veía a otro lado, no quería hablar de lo que pasó hace unos años.
—¿Y si ella te considera una opción?—.
—no lo creo— estaba triste.
—¿Cómo lo sabes? ella te digo explícitamente "Yume tú y yo nunca podemos estar juntas" o tal vez "Yume soy completamente hetero" no creo— sigue masticando.
La verdad eso nunca lo pensé ella no sabe que soy lesbiana, pero no estoy segura si es hetero tampoco.
—Pues, es verdad no sé. Algo que me acuerdo es que una chica se lo confesó, pero Paola la rechazó, no sé el por qué—.
se acercó a mi agarrándome de los brazos —hija tienes una oportunidad, ¿y si ella es bisexual? tienes que dejar claro tus sentimientos hacia ella—.
—pero, ¿cómo?— la veía muy asustada e insegura.
siempre tuve el miedo de contarle a las personas sobre mi sexualidad, por eso nunca se lo he contado a nadie aparte de mi mamá y mi familia, aunque eso no salió muy bien
—¿Cómo? ¿Te preguntas cómo? ¡Como más sabes tú! ¡Con música hija, música! —me veía con mucha determinación y confianza.
—dude en contestar por un momento— pero ¿y si me rechaza?
—¡Vuelve a catarla! ¡Pelea por su amor hija!
Esas palabras me llenaron de determinación ¡mucha determinación!
—bueno... ¡tienes razón!— me levanté de la silla y fui por mi café— le voy a escribir una canción que diga todos mis sentimientos hacia ella— pase al lado de mi mamá y le dé un beso— gracias ma ¡Gracias! —Fui corriendo a mi cuarto.
Aún estaba algo desconfiada, pero tenía mucha determinación para hacerlo y escribir la canción ahora sí Paola ¡Te vas a enamorar de mí!