—Creo que tienes una percepción incorrecta de mí, no soy el tipo de mujer que le gusta jugar juegos emocionales casualmente —interrumpió Molly Landon.
Felix Davis se calmó, miró por la ventana mientras conducía, esperó hasta que Molly Landon calmara sus emociones antes de decir con calma:
—No tengo tanto tiempo para perseguir mujeres.
Al oír esto, Molly hizo una pausa, una tristeza impotente enmascarando su rostro:
—Eres el héroe de la mayoría de las personas, pero las mujeres son mezquinas, no todas las mujeres pueden ser tan nobles como tú.
—Haré todo lo posible para encontrar tiempo para conocerte.
Sus palabras eran evidentemente frías, sin embargo, Molly no sabía por qué, pero de alguna manera, le parecieron cálidas.
—Soy una persona que necesita ser tratada con delicadeza, no hagas nada que no me guste —respondió Molly.
—Entonces, ¿actualmente no me desagradas?