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—Las palabras de Mónica sugieren que nunca se tomó a Kimberley Briar en serio, ¿verdad? —preguntó el entrevistador.
—La intención de Mónica es clara —respondió el analista—. Ella no quiere compararse con nadie porque tiene su propio camino que recorrer.
—El gran póster de la personalidad de Kimberley se vuelve un poco incómodo... —comentó otro periodista.
—Mónica es una de las pocas personas en este círculo que tiene sus propias ideas, mientras que Kimberley solo está copiando a otros. Con esta comparación, es fácil ver quién es superior —opinó un espectador.
Aquellos que dijeron que Mónica era prepotente deben sentir vergüenza... ya que a Mónica en realidad no le importa, asumieron erróneamente que ella se consideraba mejor que los demás.
