—Los buenos guiones valen la pena esperar, no tengo miedo de esperar —dijo Mónica Baldwin, quien empujó el guión de vuelta frente a Brady Anderson—. Lo siento, Brady.
Brady se sorprendió por un momento, luego se rio y dijo:
—Esto es más como tú, más como la Mónica que conozco. Está bien. Respeto tu elección.
—Este drama podría ser realmente un éxito, pero... siempre he creído que una producción cuidada por sí sola no es suficiente, lo más importante es la historia en sí misma, y la sinceridad del escritor, no adular, puede en última instancia convertirlo en un clásico, no solo una sensación momentánea, sino algo que pronto es olvidado en masa.
¡Esto era algo que Mónica veía más claramente que nadie!
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