Mónica Baldwin nunca había encontrado semejante confianza antes, era algo que empujaba a Aiden Morgan a sus límites.
Así que, ella extiende sus manos, preparada para esperar y ver.
—Realmente odio tu fachada calmada, apuesto a que por dentro estás hirviendo, ¿no es así? —preguntó.
—Todavía eres joven... —dijo él.
Al oír estas palabras, Aiden Morgan se marchó furiosa, mientras que Mónica Baldwin comprendía acertadamente su turbulencia interna. Nada le causaba más dolor a Aiden que la noción de que no era ni siquiera una amenaza para Mónica.
Poco después, Noah Clarke se acercó y preguntó a Mónica:
—¿Está todo bien?
—¿Qué podría ella hacerme? —respondió Mónica con una contrapregunta.
—Después de todo, estás embarazada...
—Independientemente de si estoy embarazada o no, Aiden Morgan no tiene oportunidad de vencerme —respondió Mónica tajantemente—. Además, disfruto enormemente la sensación de ser subestimada por ella.