—Eso no puede ser posible. El Sr. Anderson dijo que mis posibilidades eran las mismas que las de Avery Sheen. ¿Cómo es posible que Mateo no haya escuchado mi nombre? ¿Podrías preguntar de nuevo? —Annie estaba ansiosa. Se sentía como si hubiera sido golpeada por un rayo, porque nunca podría imaginar que Brady Anderson la traicionaría a sus espaldas.
—He preguntado muy claramente. Honestamente, nunca han oído tu nombre. Esa es la absoluta verdad. Tengo que irme ahora ya que mi primo está ocupado. No puedo hablar mucho más tiempo.
—Primo... Primo, ¿podrías averiguar exactamente qué ocurrió? Realmente quiero saber la verdad. —Las lágrimas brotaron en los ojos de Annie, y esta vez estaba muy seria.
Al oír sus sollozos, su primo se sintió angustiado, pero finalmente prometió ayudar:
—Está bien, está bien. Cuéntame todo lo que pasó y más tarde averiguaré más para ti.