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Arianna Morrison llegó al Hotel Miro para su transacción media hora antes de la hora acordada de las dos de la tarde, tal era su emoción.
Su objetivo era inspeccionar las instalaciones del hotel, asegurándose de que no la seguían ni la filmaban en secreto. Tras una revisión minuciosa, no había indicación de ninguna de las dos cosas.
En su empeño por arruinar a Mónica Baldwin, parecía que Arianna estaba dispuesta a pagar cualquier precio, ¡incluso si eso significaba desembolsar 30 millones, no sentía ni el menor pinchazo de dolor!
En el hotel, parecía haber un anuncio de cuando Mónica era modelo. Al verlo, Arianna se llenó de una risa despectiva, pues estaba a punto de destruir todo lo que Mónica había luchado tanto por construir, y en un instante, nada menos.
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