—Sé que no eres fan de socializar, pero fuiste muy distante con Danie Davis ahora mismo —Brady Anderson sacó una silla para que Monica Baldwin se sentara—. Sabía que ella era una persona reservada, pero el estado de Danie Davis era algo que no podía ser ignorado.
Mónica miró a Brady, sus palabras llevaban un toque de burla:
—¿Si me muestro amable con ella, olvidará su odio hacia mí por hacerla perder a su agente? ¿Estás tan seguro de que no me culpará de todo?
—Al menos, por apariencias —respondió Brady solemnemente.
—Ya lo he hecho por apariencias.
Brady se quedó sin palabras. Sacudió la cabeza impotente:
—Tu gran entrada en Orangewood y tu popularidad actual te han convertido en la mayor rival para Danie y Rose Walker. Necesitamos andar con cuidado.
En resumen, la implicación era que se había convertido en un obstáculo para cada vez más personas. En este círculo competitivo, al menos dar a los demás algo de espacio para maniobrar detrás de ti, para atacar con menos fuerza.