Recupero lentamente la conciencia mientras abro los ojos.
—¿Dónde estoy?
Por un instante, la familiar sensación de una cama me hizo pensar que estaba de vuelta en el hospital, como si todo lo vivido hubiera sido un sueño.
—(¿Dónde más vas a estar? Te excediste con el esfuerzo físico y el mana. Ahora estás en la enfermería).
La voz del fantasma me reprende en mi mente. No había dejado de molestarme desde que "renací" en este cuerpo.
—Bueno, dijiste que lo enfrentara.
—(Pero no de esa manera. Incluso si no fuera por la diferencia de niveles, podrías haber ganado si hubieras peleado con más cabeza).
Espero Mattheo no sospeche de mi.
Ignoro su reprimenda y miro a mi alrededor. Si alguien me viera hablando solo, seguramente pensaría que tengo esquizofrenia o algo parecido. La habitación tiene todo el aspecto de ser un ala médica, con camillas, utensilios médicos, y extraños dispositivos. Uno en particular capta mi atención: un cilindro de vidrio que contiene un líquido amarillo translúcido. Al lado, una pantalla holográfica muestra lo que parecen ser mis signos vitales.
—Qué interesante.
No puedo evitar sentirme fascinado. Esto parece una tecnología muy avanzada, algo que en mi mundo solo existiría en ciencia ficción.
—(¿Por qué miras tanto esa máquina?).
—En mi mundo no hay este tipo de tecnología.
—¿Cuánto desarrollo tecnológico tiene este lugar?
—(Comparando ambos mundos, diría que están más o menos al mismo nivel).
—¿Qué? Pero esta máquina tiene un holograma, ¿no?
—(No, eso no es tecnología. Es magia).
Había olvidado que en este mundo la magia es parte de la vida cotidiana. Estaba tan acostumbrado a mi lógica terrenal que no había considerado esa posibilidad.
—Parece que ya te despertaste
una nueva voz interrumpe mis pensamientos.
Me volteo hacia la dirección de la voz y me encuentro con una mujer que entra en la sala.
Mi primera impresión es que su belleza sobrepasa cualquier estándar que haya visto hasta ahora en este mundo. Lleva un uniforme elegante de enfermera, con un sombrero a juego, y su cabello azul brillante cae en cascada hasta sus caderas. A pesar de su aspecto angelical, hay una dureza en su mirada.
Se sienta en un escritorio cercano y comienza a escribir en lo que parece ser una especie de computadora. No puedo evitar quedarme mirándola, lo que parece molestarle.
—Parece que sufriste de una falta grave de mana. Con un poco de descanso estarás bien. Ahora, lárgate .
dijo, frunciendo el ceño.
—Está bien, hasta luego
me apresuro a levantarme de la camilla y salir de la enfermería. No quería tener problemas
—"Qué temperamento,"
—(Buenooo podria decir que es tu culpa)
—"Pero yo no hice nada."
—(Pero Yosh sí. Así que ten cuidado).
Hay un tono de diversión en sus palabras, como si disfrutara viendo cómo me meto en problemas por cosas que no hice. Solo puedo suspirar internamente.
—Bueno, ¿y ahora qué hago?
—(No lo sé).
—¿Cómo que no sabes? ¿No se supone que deberías ayudarme?
—(Bueno, sí, pero hay algunas cosas que aclarar primero. Mejor ve a tu cuarto. Hay varias instrucciones que debes seguir).
—¿Instrucciones? ¿Esto es un juego para ti? ¡Mi vida depende de esto!
El fantasma solo se ríe en mi mente, y yo no puedo hacer más que seguir sus indicaciones. Mientras camino hacia mi dormitorio, escucho murmullos a mi alrededor.
—Ahí va Yosh. Escuché que lo trasladaron de dormitorio.
—Sí, y además perdió contra Mattheo. ¡Ja! Parece que cada vez cae más bajo.
—Jajaja, lo que le pasa por creerse superior.
Los susurros no son precisamente discretos. "¿Por qué tenía que quedarme con este cuerpo?" . A pesar de que el cuerpo de Yosh parece en excelente forma física, claramente no está en buenos términos con la mayoría de la gente en esta academia.
Llego a mi dormitorio y hago el mismo procedimiento para entrar, parece que la llave sigue siendo la misma. Cierro la puerta tras de mí y me dejo caer sobre la cama.
—Uff, por fin. Solo quiero dormir y que este día termine.
—(Ahora vamos con las instrucciones).
Resoplo y me siento en la cama, resignado.
—(Cada vez que necesites un consejo o ayuda de mi parte, necesitarás usar *tokens*).
—¿Tokens?
—(Sí, tokens. Se obtienen completando misiones propuestas por los dioses. Te las mostraré en una ventana emergente, junto con su respectiva recompensa).
—¿Es esto un sistema?
—(¡No soy un sistema! ¡No me compares con esas cosas de videojuegos!).
—Claro, claro, entendido...
Aunque me suena muy similar a un sistema de videojuegos. Supongo que no le gusta la comparación.
—(Eso es todo por ahora. Los tokens también pueden usarse para otras cosas, pero eso lo veremos más adelante).
"Genial. Restricciones por todas partes", pienso, mientras suspiro de nuevo.
—¿Y cuándo llegarán esas misiones?
—(No sé. Cuando los dioses quieran).
Me tiro de nuevo en la cama, frustrado. No puedo esperar a que algo tan arbitrario decida cuándo puedo avanzar. Pero antes de que pueda quejarme más, una pequeña notificación aparece ante mis ojos, una ventana flotante que muestra una misión.
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**Misión: Haz que Luna ayude al protagonista.**
**Por: El Dios del 30vo mundo.**
**Tiempo: 1 semana.**
**Dificultad: Media.**
**Recompensa: 5 tokens.**
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—¿Luna?
murmuro mientras paso mi mano a través de la pantalla holográfica, sorprendido por lo real que se siente.
—(Sí, sí, esa es tu misión. ¡Ahora cumple con ella y deja de parecer un retrasado! ¡La gente te está mirando!).
—¿Eh? ¿Qué?
Cuando miro a mi alrededor, noto que, de alguna manera, ya salí del edificio. Los estudiantes a mi alrededor me miran con expresiones confusas.
—Arrogante.
—Nos está diciendo que nos alejemos.
—¿Nos pide que nos acerquemos? ¡Pervertido!
—"¿Qué? ¡Eso no tiene sentido! Solo estaba moviendo la mano."
—(Jajaja, estás arruinando tu imagen. ¡Tal vez sí puedas ser un perfecto Yosh!).
Ignoro los comentarios y sigo mi camino, mirando la ventana emergente mientras trato de descifrar la misión.
—¿Luna? ¿Quién es ella?
—(Ah, sobre eso... parece que ya activaron las restricciones. No puedo decirte demasiada información ahora).
—Genial.
Digo con sarcasmo.
Después de caminar por un rato, finalmente llego a la biblioteca. Al abrir la puerta, noto que está casi vacía. Solo hay una chica detrás de un panel, con gafas y cabello verde recogido. Sus orejas puntiagudas también llaman mi atención.
—¿En qué puedo ayu...?
su voz se quiebra de repente, y comienza a temblar al verme.
—Y-Yosh... ¿Por qué estás aquí?
—Quiero ubicar los libros de historia
respondo, tratando de sonar lo más neutral posible.
La chica sigue temblando mientras me mira con una mezcla de miedo y nerviosismo. No puedo evitar preguntarme qué tan terrible fue Yosh en este lugar. ¿Qué demonios hizo para que la gente reaccione de esta manera ante mí?
—Están... están en el tercer pasillo a la derecha, sección 2B
me dice, casi en un susurro, como si estuviera rezando para que me alejara lo antes posible.
—Gracias
respondo, intentando sonar lo más neutral posible. Ella asiente rápidamente y se sienta de nuevo detrás de su panel, claramente aliviada de que no esté cerca de ella.
Mientras camino hacia la sección indicada.
—(Parece que no eras precisamente querido aquí, Yosh)
comenta el fantasma en mi mente, su tono burlón como siempre.
—Dímelo tú. Eres quien tiene toda la información
murmuro en respuesta mientras busco los libros en los estantes.
—(Eso sería demasiado fácil. Además, tienes una misión ahora. Enfócate en eso).
—Luna, ¿verdad? ¿Encerio no puedes darme ni una pista?
le pregunto, sabiendo que probablemente no responderá por las restricciones.
—(No puedo decirte demasiado, pero Luna no es alguien que puedas simplemente ignorar).
Dejo escapar un suspiro mientras saco un libro grueso de la estantería. "Historia general"y otro de "Primeras familias". Me siento en una de las mesas vacías y comienzo a hojear las primeras páginas.
Después de unos minutos, mi concentración es interrumpida por un murmullo a lo lejos. Levanto la vista y veo a un grupo de estudiantes, todos mirándome de reojo mientras cuchichean entre ellos. Uno de ellos, un chico de pelo rojo con una expresión arrogante, finalmente se atreve a acercarse.
—No puedo creer que hayas perdido contra Mattheo.
dice, cruzando los brazos frente a mí. Su tono es claramente provocador.
—(Oh, mira, otro fanático de Yosh. ¿Qué vas a hacer ahora, campeón?)
se burla el fantasma en mi cabeza.
Ignoro tanto al fantasma como al chico por un momento, volviendo mi atención al libro. No tengo ganas de iniciar otra pelea, no después de la paliza que recibí en el coliseo.
—¿Me estás ignorando?
el chico levanta la voz, claramente molesto por mi falta de respuesta.
—¿Qué quieres?
respondo finalmente, con la voz plana. Intento no sonar agresivo, pero tampoco puedo ser amistoso en este cuerpo.
—Quiero saber cómo alguien como tú, un noble, o, es verdad ya no lo eres, y ademas perdiste aquel combate.Ya no eres más que un chiste.
Por un segundo, la mención de la palabra *noble* hace que mi estómago se retuerza.Yosh era alguien con un título en este mundo, pero eso solo parece haber complicado más las cosas. Probablemente era arrogante, pensando que su linaje lo protegía de las consecuencias.
—(Eso explicaría por qué todos te detestan. No solo eras un bastardo arrogante, también eras un noble bastardo arrogante)
añade el fantasma, como si disfrutara de mi incomodidad.
-"Pero porque siguen sacaando el tema del combate?"
—Perdí, ¿y qué?
respondo, cerrando el libro y levantándome de la mesa. Ya no tengo paciencia para esto.
—Eso es todo lo que tienes que decir, ¿eh?, mattheo hizo bien en humillarte
el chico sonríe con desdén
De nuevo, ese nombre. *Mattheo*. El tipo que regresó en el tiempo y ya había vivido esta pelea. Si las cosas hubieran sido diferentes, tal vez habría ganado... pero no con mi falta de experiencia y la manera caótica en que usé mis habilidades.
—(Este chico no parece querer pelear, pero si sigues así, no te dejarán en paz)
el fantasma parece tener razón por primera vez.
Respiro hondo, recordando las instrucciones de no meterme en más problemas por ahora. Ya he llamado suficiente la atención después de la pelea, y lo último que necesito es más confrontación.
—Tienes razón. No soy digno
digo finalmente, sin emoción en mi voz.
El chico parece desconcertado por mi respuesta, como si hubiera esperado que me defendiera o iniciara una pelea.
—Es mejor que te largues antes de que haga algo que me arrepienta
agrego, mirándolo directamente a los ojos.
Por un momento, parece que va a replicar, pero mi mirada fría y directa parece hacerle reconsiderar. Da un paso atrás y, con una última mirada de desdén, se marcha con sus amigos.
—(Vaya, eso fue bastante impresionante)
el fantasma comenta con una risita.
(¿Qué pasó con la cobardía? ¿Por fin estás actuando como un verdadero Yosh?)
—Ni siquiera sé quién es Yosh
le respondo, volviendo a sentarme
—. Pero sé que si quiero vivir aquí, tendré que aprender rápido.
Regreso a la lectura para seguír con mi misión.
Un rato ya habia pasado y ya anocheció, la biblioteca parece ser un lugar que esta abierto tambien en la noche, cuando la chica de cabello verde se fue vino una mujer de aspecto mayor a tomar su lugar.
En el tiempo que estuve aqui lei dos libros, el de historia general, que no fue diferente a lo que el fantasama me conto, y sobre las familias. Parece que las primeras personas en entrar a este mundo no fueron corriendo directamente a avisar a los otros, sino que decidieron prosperar por un tiempo, y bueno supieron sacar provecho.
-¡como que se acosto con un lagarto!
Las primeras personas parecían muy desesperadas.