El sol se ponía lentamente en el horizonte, pintando el cielo con tonos de naranja y rojo mientras la aldea de Viento Verde se sumía en un silencio pesado y sombrío. El clamor de la batalla había dado paso a un sepulcral sosiego, interrumpido únicamente por los gemidos de los heridos y el lamento de los supervivientes.
Rac_crak, el valiente líder de los guerreros de la tribu, yacía en el suelo, su cuerpo marcado por numerosas heridas y su espíritu cansado por la carga de la batalla. A su alrededor, otros compañeros heridos luchaban por mantenerse conscientes, mientras los sanadores de la aldea hacían lo posible por mitigar su sufrimiento.
El recuento de la tragedia era desgarrador: muchos de los guerreros más valientes de Viento Verde habían caído en la lucha, sacrificando sus vidas en defensa de su hogar y su gente. Las lágrimas de los familiares enlutados se mezclaban con el lamento de la aldea, mientras cada uno enfrentaba el peso de la pérdida y el dolor.
Henry, el hijo de Rac_crak, observaba la escena con ojos llenos de angustia y desesperación. Su corazón se retorcía ante el sufrimiento de su padre y sus compañeros, deseando poder hacer algo para aliviar su dolor. Sin embargo, sabía que sus propias limitaciones lo dejaban impotente ante la tragedia que se desarrollaba ante sus ojos.
A medida que la noche caía sobre la aldea, un manto de pesar y desesperanza se extendía sobre ella, amenazando con ahogar cualquier destello de esperanza que quedara. En medio de la oscuridad y el desaliento, la comunidad de Viento Verde se aferraba a la frágil promesa de un nuevo amanecer, rezando por la fuerza para superar las pruebas que se avecinaban.
Mientras tanto, en el corazón de la aldea, Rac_crak yacía en su lecho de dolor, sus pensamientos llenos de pesar y remordimiento por las vidas perdidas en la batalla. Con el aliento entrecortado y el cuerpo exhausto, se aferraba a la esperanza de que su sacrificio no fuera en vano, y que su pueblo encontraría la fuerza para levantarse de nuevo y reconstruir lo que habían perdido.